Diego Alves volvió a ser noticia el fin de semana: paró el penalti número 24 en su carrera. Detrás de semejante cifra no está el azar, está el resultado del trabajo y el talento de todo un especialista.
“Ahora se viene la lotería de los penaltis” es una de las frases de cajón favoritas de los comentaristas. Sin embargo, en honor a la verdad, es nuestro deber erradicar una idea tan anacrónica y tan alejada del día a día de una posición que ha evolucionado como ninguna otra en este deporte. Desde la preparación física, pasando por las dietas especializadas, hasta los métodos de entrenamiento y la inclusión de reglas como la “de la devolución”, el puesto del arquero ha cambiado de manera radical. Para bien, por supuesto.
Dentro de ese proceso de evolución, la preparación para atajar penaltis hace parte del paquete de trabajo. El pateador tendrá siempre la ventaja en el duelo, pero en los últimos años la probabilidad de que el arquero salga victorioso ha aumentado. En el argot futbolero: “los arqueros le han achicado el arco a los pateadores”.
El tiro penal, como un cobro de esquina o un duelo uno a uno, es una situación más del juego. Una situación que todos pueden entrenar, pero que tiene especialistas. El mayor de ellos es Diego Alves. Su brutal estadística merece que nos detengamos a analizarla. Desde que llegó a España en el 2007 le han pateado 50 penales de los cuales solo 24 han terminado adentro; uno fue al palo, otro por fuera y Diego atajó los otros 24. Es decir, Alves ha detenido el 48 % de los penaltis que le han pateado. Esto no es azar, es intuición, trabajo y talento. Por favor, no más con el tema de la lotería.
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Algo que ha aumentado su reconocimiento en este apartado es haberle detenido penaltis a nombres cómo Cristiano Ronaldo, Bacca, Griezmann, Diego Costa y Messi. Hasta los mejores han caído en las garras de ‘Míster Penalti’. En sus palabras parte del secreto es que “es un duelo psicológico, un momento a solas con el que va a tirarlo. La intuición es importante, saber leer el movimiento, la tranquilidad, los reflejos… Hay muchos factores que influyen para poder parar un penalti”.
Para dimensionar el porcentaje de efectividad de Alves a la hora de atajar penales es necesario compararla con el de otros arqueros históricos de la liga española: el 16 % de Zubizarreta; el 20 % de Casillas; el 21 % de Paco Buyo y Arconada; el 23 % de Cañizares y Victor Valdés; o el 27 % de Palop se quedan muy por debajo del 48 % del brasileño.
Otro dato revelador, que da cuenta del talento extraordinario de Alves, es la cuota de acierto histórica de la liga. Hasta marzo del año pasado se habían señalado 6.852 penales, de los cuales tan solo 1719 no terminaron en gol; promediándose así un porcentaje de acierto histórico del 72 %. Una cuota considerablemente más alta que el 52 % que permite Alves cuando se para bajo los tres palos.
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Con un panorama estadístico general del tema de los penaltis en España podemos decir que estamos ante un verdadero fenómeno. Un especialista como nunca antes hubo. Algunos seguirán diciendo que es suerte. Pero hay que observar detalladamente el método, las maneras, la liturgia completa de ‘Míster Penalti’ para darse cuenta que todo es cuestión de método: primero, un juego de palabras y miradas; después, cuando el pateador corre hacía el balón, dos o tres movimientos laterales para despistar; y finalmente, cuando el balón va al arco, unos reflejos felinos y una potencia de piernas espectacular.
Con todas esas armas, y otras que solo él conoce, Diego Alves ha logrado ataja uno de cada dos penaltis que le patean. ¿Lotería? Já.
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Foto: valenciacf.com