Recomendado: LOS DOS ESCOBAR (2010)

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Los dos Escobar (2010)

Dirección: Jeff Zimbalist, Michael Zimbalist

Producción: All Rise Films

 

Los dos Escobar es una película triste. Por estos días, cuando Colombia pide a gritos cambiar de página y abandonar de una vez por todas ese destino atravesado por la violencia, por la trampa, por la corrupción, por la cocaína, por las bombas, por las guerrillas, por los paramilitares, recomendarla suena a pesimismo. A más de lo mismo.

 

Y sí, verla es sumergirse por dos horas en los peores años de la historia moderna de este pedazo de tierra. Es recordar (¿quién quiere?) cuando este país en llamas vio posar, risueño y folklórico, al mayor capo de la historia de la mafia en su Cámara de Representantes. Es revivir esos días rojos cuando los policías tenían precio, y los árbitros tenían precio, y los periodistas tenían precio, y los resultados de los partidos tenían precio, y la cabeza de los ministros tenían precio. Cuando la vida, cualquier vida humana, se tazaba en puñados de billetes.

 

Al patrón Escobar nada lo tranquilizaba como el fútbol 

 

Sin embargo, además de traer a la memoria que la maldad se ha posado con todas sus formas en este país maltrecho, también sirve para comprenderlo. Porque la historia – perdón el cliché – para no repetirse, debe conocerse. Ver Los dos Escobar es ver de frente la cara de ese mito horrible pero complejo que fue Pablo Escobar. Y acaso entender un poco mejor, con los ojos de la compasión, por qué carajos el día de su muerte lo acompañaron, derrotados, millares de colombianos que veían en él al mesías. Es entender, con dificultad para pasar saliva, que la historia del fútbol colombiano no puede desligarse del narcotráfico y que sus años gloriosos no habrían llegado sin el dinero caliente de los carteles. Que Gacha, Escobar y los hermanos Orejuela, en su pugna de mafiosos-dioses, llevaron al fútbol colombiano a ser el mejor del continente.

 

Es, también, conocer a fondo ese mito lúgubre pero digno que fue Andrés Escobar. Y acaso comprender mejor que los jugadores de fútbol en esos años malditos, antes que cómplices del narcotráfico, fueron unas de sus peores víctimas: Marionetas seducidas por los favores, los placeres y las propuestas irrechazables del narcotráfico, y a la vez, héroes nacionales con la responsabilidad de hacerle olvidar al país su inviabilidad.

 

El autogol que mato a, quizá, el mejor defensa central de nuestra historia. 

Ver Los dos Escobar resulta agotador e incluso angustiante. Pero al final, con la comprensión que trae revisar la historia, hace pensar que este país en llamas por tantos años, con todos sus muertos encima, es en verdad un país capaz de sobreponerse a todo. A todo.

 

Foto: 

www.the2escobars.com


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