3 razones por las que Venezuela nos quedó grande

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Por el juego que mostró Colombia, el punto fue mucho premio. Es preocupante el rendimiento de la pareja de centrales y del doble cinco. Pékerman se equivocó con Chará. 

 

Centrales cobardes

El partido de Zapata y Murillo fue lamentable con y sin balón. En el rol ofensivo y defensivo. Sufrieron muchísimo para contener a Salomón Rondón. Ambos perdieron varios duelos contra el delantero, tuvieron que recurrir a faltas para frenarlo y no se les vio con la autoridad en el área que se le pide a los centrales de la Selección. Sin demasiada elaboración por parte de Venezuela, Colombia sufrió mucho en defensa.

 

Pero lo más preocupante de los centrales fue la actitud con balón. Venezuela planteó un ordenado y compacto 4-4-2 y con esa propuesta le tapó todos los receptores a Colombia en la salida. No era sencillo encontrar líneas de pase para encontrar a Chará, Cuadrado y Cardona. Por eso, el equipo necesitaba que los centrales asumieran responsabilidad con el balón, que filtraran balones para superar líneas, que conduciendo hacia adelante pudieran juntar gente y encontrar a un receptor libre cuando el rival saliera a quitarles el balón. Pero no hicieron nada de eso. Con tal de no equivocarse optaron todo el partido por reventar el balón para librarse de la tarea de ser líderes en la salida.

 

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Barrios reprobó el exámen

Uno de los dilemas de Pékerman era el nombre de la pareja de Sánchez. Finalmente se la jugó por Barrios, un volante destructor de mucho de despliegue, de músculo, pero que en teoría también tiene criterio con el balón. Bueno, pues la teoría se quedó en teoría. Wilmer estuvo errático con el balón, perdió demasiado en salida y Colombia nunca encontró en él un primer pase para tejer. El equipo sufrió la ausencia de un volante de manejo y cuando entró Aguilar vimos los mejores minutos del equipo.

 

Y en defensa la cosa tampoco funcionó. Sánchez y Barrios estuvieron descoordinados en sus movimientos. Las coberturas no funcionaron bien y en repetidas ocasiones los volantes y los delanteros venezolanos encontraron espacio entre los centrales y la espalda de los volantes. De hecho, el mecanismo ofensivo de los de Dudamel fue la media distancia: los centrales y el doble cinco permitieron al menos seis disparos frontales desde afuera del área.

 

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Pékerman la embarró con Chará

Sí, Pékerman nos hizo caso y alineó a Chará. Todos lo pedíamos. La velocidad, la gambeta, y sobre todo los goles que Chará viene sumando en el Junior lo pusieron en boca de todos. Pero Pékerman hizo la tarea a medias: lo puso, pero en una posición que poco le lució a Chará. Yimmi se vio como animal enjaulado, sin la libertad que las bandas ofrecen se vio tímido, no, se vio intimidado. No tuvo la explosión que hoy por hoy lo hacen el mejor jugador del Fútbol Profesional Colombiano. Quizás hubiera sido más astuto que Cardona se hubiera hecho dueño del mediocampo. Lo cierto es que el mejor Chará lo vimos cuando entró Gio Moreno. La primera jugada por la banda del jugador del Junior fue la más peligrosa. Una pelota larga, dos enganches y remate muy elevado. Imagínese si hubiera tenido más minutos para hacerse dueño de esa banda. Hay que ponerlo donde sabe. Aun así quedó claro que Yimmi está para la Selección.

 

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Esquirla:

¿Usted es de los que se burla de Venezuela? ¿De los que pensaba que íbamos a pasearlos en San Cristóbal? ¡Ja!:

 

 

Foto:

as.com


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