Mientras Argentina camina por la cornisa sopesamos las cosas buenas y malas que supondría un Mundial sin la mejor zurda del universo.
Ventajas
La pelota manda
A los que les cae antipático Messi y la Selección Argentina. Los que verían en su eliminación una linda cachetada del karma por los partidos contra Uruguay del 2002 y 2017. Los pesimistas e incrédulos y los que han sufrido en carne propia las manos negras del fútbol. En fin, todos los futboleros que están convencidos de que la FIFA y los poderes oscuros y ocultos del fútbol no permitirán que Argentina no esté en Rusia 2018. A ellos le vendría muy bien la hipotética catástrofe argentina.
Sería lindo que Messi y Argentina lo vean por TV para que entiendan que la pelota manda. Para que se convenzan de que en Suramérica las eliminatorias son una guerra, que ganar cuesta medio riñón, que hay que hacer un partido muy serio para rascar un punto de visitante, que ya ni contra Venezuela te puedes relajar. Sería lindo que Messi no vaya para cerrarle la boca a tanto periodista que habla más de decretos que del juego.
Si hubiera una conspiración pactada, sencillamente no hubieran sancionado a Messi. Dirán que le quitaron tres fechas de sanción. Pero si tal entramado siniestro fuese realidad no le abren una investigación y listo. O no le hubieran dado dos puntos a Perú y a Chile. Sin esos puntos Argentina estaría casi clasificada. ¡ La pelota es la que manda ! ¡Basta ya de conspiraciones!
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Que el fútbol no cree en nadie
Que Messi no vaya al Mundial sería un gran ejemplo para reforzar ese misterio indescifrable que esconde el fútbol. Nos quedaríamos otra vez con cara de tontos sin saber a quién pedirle explicaciones. La eliminación de Argentina sería una gran munición para disparar contra tantas falsas sentencias. “‘Argentina siempre debe ir a un Mundial’; “este partido Argentina debe ganarlo por historia”; “Messi gana solo”.
Sería una baño de humildad para los argentinos que están convencidos de los designios divinos. Para los que creen que su país tiene que ser sí o sí más grande y mejor que los demás. Para esos que alardean de pasaporte y grandeza mientras su fútbol es un Titanic en plena decadencia y se niegan a reconocer el enorme crecimiento de sus competidores. En fin, para todos los que aun creen que la ‘historia’ los salvará por haber nacido en el país de Maradona.
La eliminación del mejor jugador de la tierra reafirmaría el carácter colectivo de este juego. Sería un ejemplo paradigma para explicarle a los más chicos que ni contando con el mejor alcanza si los cimientos colectivos de un equipo no tienen estructuras fuertes. Maradona no ganó solo en el 86 y nadie ha ganado ni ganará un mundial solo. Eso es una mentira enorme.
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Desventajas
Menos espectáculo
Es la consecuencia más obvia pero la que más nos afectaría. Un Mundial sin Leo Messi sería un golpe al corazón del espectáculo. La mayoría de aficionados de España, Brasil, Alemania e Italia se alegrarían. Quedaría en el camino un rival directo. Pero para todos los demás sería una pena.
Un Messi que juegue a seis puntos garantiza toneladas de fútbol. El pasado mundial vimos versión de siete puntos en los primeros partidos y con el correr de los partidos se fue apagando. Pero aun así nos regaló destellos que ningún otro jugador ofreció en el campeonato: el zurdazo contra Irak en el 94, los eslalons contra Boznia y Herzegovina, la asistencia dejando dos rivales en el camino contra Suiza en el minuto 116, el tiro libre contra Nigeria…
Que Messi no vaya al mundial sería como comprar un tiquete para el mejor parque de diversiones del mundo, y que en la entrada te digan que la mejor montaña rusa está cerrada por mantenimiento.
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Sin coronación
No podemos decir que este sería el último mundial de Messi. En Qatar 2022 tendrá 35 años y si sigue cuidándose y jugando en ligas competitivas es probable que haga parte de la lista y sea útil en algunos partidos puntuales o entrando en el segundo tiempo. Pero este sí es el último mundial con la posibilidad de ver a Messi volando por encima de todos. A sus 30 años sigue con esa sexta velocidad y esa capacidad de desequilibrio que lo hacen único. Este Messi es el plus que permite soñar con salir campeón del mundo.
Que Messi gane un mundial sería el colofón de una carrera extraordinaria. Sería coronar con gloria la página más sufrida y cuestionada de su carrera. Ha jugado cuatro finales, ganó una medalla de oro, es el mayor goleador de su selección, pero cada vez que se viste de albiceleste carga una cruz de hierro. Cada partido con la selección es un examen feroz para el 10. Aun se duda de su nivel y compromiso…
Poner su foto alzando la copa en el álbum de los capitanes que la recibieron junto a Beckembauer, Maradona, Cafú, Carlos Alberto, Lahm, Cannavaro, sería la coronación definitiva de la era Messi. Esa que hemos visto de comienzo a fin. Esa de la que hacemos parte. Que no vaya al mundial dejaría en la imaginación esa foto.
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Foto: cadenaser.com