Cuatro errores que usted debe evitar si quiere ser bueno en el Modo Online de FIFA 18.
Para el que ha jugado toda la vida contra la máquina, comenzar a jugar Temporadas Online es un reto mayúsculo. Porque la inteligencia humana todavía supera a la del CPU (?) vemos a muchos jugadores que barren a la máquina en Legendario, pero sufren más de la cuenta para ganar cualquier partidito online. Por eso, para que el proceso de aprendizaje no sea tan traumático, le traemos cuatro errores garrafales que usted debe evitar a toda costa si no quiere terminar toteando el control contra el piso
El Correcaminos
En etapas tempranas, todos los fiferos fuimos adictos al botón de correr. La ansiedad por tener el balón siempre nos llevaba a no dejar de espicharlo. Boom. Craso error. Corriendo todo el partido los jugadores no aguantan más de 60 minutos y es ahí cuando comienzan las lesiones y las goleadas de antología (en contra, obviamente).
Respire, cálmese. Esto es fútbol, no hockey sobre hielo.
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El Topo
El correcaminos por lo general también es topo. El que no frena ni para devolverse, inconscientemente, está haciendo una presión alta permanente y, sobre todo, mal hecha. Si usted solo quiere robar el balón, lo más probable es que termine sacando a los futbolistas de su posición. Piense en todas las veces que llevó a Marcelo a recuperar un balón a la banda derecha o cuando sacó a los centrales hasta la línea de los delanteros y dejó un hueco grosero en la mitad de su defensa.
Tal vez la máquina —y eso— perdona esto, pero para una mente humana con dos dedos de frente y alguito de experiencia en FIFA se trata de un papayazo irrechazable. Basta con tocar el balón dos o tres veces y buscar los huecos que dejo el estúpido topo correcaminos. Pase al espacio y chao… Resultado final: 7-0 en contra y tres lesionados.
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El Anarquista
A pesar de que muchos siguen sin creerlo, las tácticas en FIFA influyen mucho en el resultado. En las primeras divisiones (cuando los rivales también son malos que dan miedo) no hace falta hacer una estrategia personalizada, pero sí escoger un equipo que juegue a lo que uno quiere hacer.
Si usted juega con el Barça y siempre pierde, revise lo que está haciendo. Lo más probable es que esté intentando jugar al contragolpe con un equipo que viene predeterminado para hacer todo lo contrario. No sirve de nada salir con Messi o Dembelé a toda máquina y que los otros futbolistas —a los que la programación predeterminada les pide una salida en bloque— no lo acompañen.
En defensa, igual. Hacer una presión alta con un equipo cuya táctica es guardarse atrás es una muerte anunciada. Si la presión no se hace en conjunto, solo se genera huecos en el mediocampo.
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El Abusador
Hay jugadores que solo se saben una jugada, pero se la saben bien, muy bien; y entonces abusan de ella. El típico que es un maestro para encarar por la banda con Cristiano y entonces todas sus jugadas terminan ahí, con Cristiano encarando por la banda. Una y otra vez.
En divisiones bajitas (malitas) esto funciona, pero a partir de cierto punto se hace imposible ganar un partido de esa forma. El buen fifero aprende y corrige. Después de hacer la misma jugada tres veces, su rival leerá sus intenciones, lo anticipará y lo neutralizará.
Diversifique. No sea el berrinchudo que perdiendo 4-0 sigue haciendo la misma jugada y que después del décimo fracaso seguido, frustrado y con los ojos aguados, apaga y se va. Siempre que eso pase, tenga la certeza de que del otro lado hay alguien mirándolo con pesar. Ayúdese, no de pesar.
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