Todo pasa tan rápido, vemos tantas propagandas por minuto, que nos olvidamos de los esfuerzos de antaño por llevar a la publicidad a otro nivel. Encontramos el mejor debut para #ViernesDePropaganda. Disfrute.
Esta propaganda lo tiene todo. Tiene suspenso, fíjese en la música, el niño de espaldas, los planos cerrados de las extremidades del futbolista. Va construyendo la tensión: el niño baraja los “frescos frutiños” con expertise cuando sutilmente deja caer uno. Se agacha, entran los tambores colombianos y la música acelera. Entonces el niño no puede sino mirar las enormes piernas morenas, bien desnudas en los cortos apretados de los 90s, mientras alarga la frase “a mí me gustaaaaa”. Hay que aceptar que es un momento incómodo con visos de tensión pedófila pero una vez eso acaba viene la magia: Higuita sacándose de encima una guardería en pleno jardín; Higuita de una volada sacando lo que parece ser el batazo (sí, un batazo a lo Roberto Carlos) de un niño de 8 años; y lo mejor, Higuita fallando un caño a una niña de 6 años que lleva una falda de jean.
Esto es oro puro. Hay que resaltar que los productores conocían a su público como la palma de su mano y por eso el niño protagonista tiene un peinado sacado de “La Vendedora de Rosas” – cosa que lleva a pensar que cuando el niño grita “ya vengo papá” quizás no le esté hablando realmente a su papá. Son treinta segundos impecables.
Además, René tira un escorpión al final. Gracias Colombia.
Foto: