Mónaco: el buen ‘nuevo rico’

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Cada tanto aparece un equipo que termina convirtiéndose en el de todos. Por fútbol, carisma y por Falcao, el Mónaco se ha convertido en el equipo de todos.  Acá le contamos el giro de 180 grados que dio para ser campeón de la Ligue 1.

 

La construcción de un equipo que la temporada pasada jugó la Europa League y que ahora está en semifinales de la Champions League  –y cerca de quitarle la corona al PSG– no es producto de la casualidad. Antes de entrar en las minucias y las virtudes del juego del conjunto de Jardim, en esta primera entrega, explicaremos el contexto institucional y los nombres que explican el fenómeno Monaco.

Detrás de un equipo capaz de marcar 141 goles en lo que va de la  temporada y que eliminó a dos entrenadores de la talla de Guardiola y Tuchel hay un proyecto serio con gente muy capacitada en el organigrama del club, con un trabajo espectacular en la cantera.

 

 

Un divorcio casi arruina un proyecto

 

En el 2011 el excéntrico millonario ruso Dmitri Rybolovlev le pagó al príncipe Alberto de Mónaco 100 millones de euros por el 66% del Mónaco. Como el niño que construye su propia casa con fichas de Lego, Dmitri quería jugar a construir una potencia a su imagen y semejanza.

Dos años después los sacos de euros empezaron a aparecer: 60 millones por Falcao, 45 por James, 25 por Moutinho. También llegaron Kondogbia, Carvalho y Coentrao. Se fichó a Ranieri como entrenador. El ruso parecía dispuesto a todo. Sin embargo un problema matrimonial hizo tambalear el megaproyecto. Después de 23 años juntos, Dmitri se separó de su esposa Elena en mayo del 2014 y tuvo que darle 3.200 millones de euros. El divorcio más caro de la historia frenó las inversiones del club. Además, la lesión de rodilla de Falcao y la salida de James al Real Madrid mermaron mucho el potencial del equipo.

 

Para la siguiente temporada el club fichó a Leonardo Jardim. El entrenador portugués, sin grandes fichajes para poder competir contra la superplantilla del PSG, completó dos temporadas quedando en el tercer lugar. En la segunda, la 2015-2016, el Mónaco quedó a 31 puntos del club parisino. Fue un fracaso deportivo absoluto y muchas cosas debían cambiar.

 

 

El giro de 180 grados

 

En los clubes ‘nuevos ricos’ la estrategia más fácil ha sido la de invertir grande sumas en megacracks, sin embargo, la historia reciente confirma que esta no es la más efectiva. El Manchester City ha invertido más de 1500 millones de euros y no ha podido llegar a una final de la Champions. El Chelsea tardó una década para conseguirlo y lo hizo practicando un fútbol radicalmente contrario al estilo de los jugadores que había incorporado. El PSG lo mismo, cientos de millones en jugadores y ni una semifinal de Liga de Campeones.

 

La creación del Fair Play financiero y la sobrevaloración desorbitada que generó la llegada de los jeques y los príncipes al mercado de pases hizo que un club emergente como el Mónaco se abstuviera de hacer grandes desembolsos. En el Principado se dieron cuenta que la política de fichajes suntuosos no estaba funcionando. Entonces se vieron obligados a rediseñar su proyecto financiero y deportivo para poder competir con los mejores. El príncipe Alberto y Dmitri podrán nadar en oro, pero lo más redondo que habían tocado en su vida era una manzana y entendieron que las desiciones debían tomarlas personas capacitadas que supieran de verdad a cerca del negocio. Así lo hicieron y las políticas del club cambiaron drásticamente.

 

El trío renovador: Jardím, Cordón y Reuzeau

 

El primero, Leonardo Jardim, un portugués nacido en Venezuela es otro de los entrenadores que tumba el tonto mito que dice que hay que haber jugado para poder dirigir. A sus 24 años se convirtió en el entrenador portugués más joven de la historia en recibir la acreditación UEFA de entrenador. Llegó al Monaco en el 2014 y tras dos años y medio al mando ha acumulado un conocimiento del club, de sus jugadores y de la liga que, en parte, explica la enorme temporada que su equipo está haciendo.

 

El segundo nombre: Antonio Cordón, el director deportivo del club. El Monaco lo fichó en verano del 2016 después de un magnífico trabajo de 17 años en el Villarreal (los últimos ocho al frente del proyecto deportivo). Cordón, al que se le conoce como el ‘Monchi silencioso’, tiene a sus espaldas una lista grande de buenos jugadores que se hicieron en la cantera del ‘Submarino’ y otra grande de fichajes baratos que el club potenció y vendió a muy buen precio. Con método, talento e intuición se puede hacer mucho más que fichando a la estrella de turno; Cordón lo está demostrando: Esta temporada el Monaco incorporó a Sidibé (15), Mendy (11), Glik (11), Jemerson (11) y Germain (5). Cinco jugadores titulares –haciendo el matiz de Mbappé que desde hace un mes y medio le viene ganando el puesto a Germain– que juntos costaron 53 millones de euros, siete menos de lo que costó Falcao hace casi cuatro años.

 

El tercer hombre es el francés Bertrand Reuzeau. Fue director de la cantera del PSG durante once años hasta que, en mayo del 2016, se dejó seducir por el Mónaco para comandar la Academy, uno de los ejes principales del proyecto del club. En los últimos años, el Mónaco ha subido al primer equipo a verdaderos diamantes. Entre Martial y Mbappé hay más de 20 jugadores salidos del Mónaco jugando en Europa. Además en el primer equipo hay varios canteranos. Mbappe y Toure son dos joyas menores de 20 años con un futuro dorado.

 

No deje de leer la segunda parte de este artículo


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