Neymar, te vas a arrepentir

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La realidad deportiva del fichaje más caro y mediático de la historia es que Neymar jugará en una liga muy inferior y en un equipo peor.

 

Todo el ruido que generó el traspaso de Neymar al PSG dejó en un segundo plano -como ya es costumbre- el aspecto deportivo. Algunos analistas se preocuparon más por las repercusiones en el mercado de fichajes, otros desenvainaron su índice inquisidor para decirle ‘mercenario’ y ‘pesetero’, como si ante la oferta de otro medio con un incremento del 50% no salieran corriendo. Y otros, la minoría, se preocuparon por hacer un balance deportivo entre ligas y plantillas, para contarle a la gente las diferencias conceptuales de los equipos, en que medida cambia el rol del jugador y si deportivamente o no fue un acierto. Eso precisamente, intentaré hacer en este artículo.

 

El análisis deportivo tiene muchas aristas: compañeros, el tema Messi, estilo de las ligas, entrenadores, sistemas tácticos, rol del jugador. Sin embargo, me centraré en tres (Liga, Messi y rol de Neymar) para justificar por qué creo que Neymar deportivamente se equivocó al salir del Barca.

 

Primero, el tema de las ligas es el menos debatible. Los equipos españoles han ganado siete de las últimas ocho Supercopas y cinco de las últimas ocho Champions y Europa League. Además, de finalistas, semifinalistas y actuaciones destacadas. La supremacía de la liga española es demoledora e incuestionable.

 

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Reducir su nivel al poder del Barcelona y el Madrid es una idea incompleta y muy superficial de la dimensión de esta liga. El Atlético, el Sevilla, el Athletic de Bilbao y el Celta de Vigo cuando salen a jugar en Europa lo hacen con autoridad, siendo superior a muchos equipos históricos del continente. Su fuerza se halla en la conquista de una identidad, que con los debidos matices según los clubes y entrenadores, es respetada en toda España. Es la consolidación de un fútbol asociativo, que entienda al pase como principal argumento y busca en sus jugadores la excelencia técnica.

 

Foto: elespectador.com De las últimas 8 ediciones de Champions y Europa League, 5 las ganaron equipos españoles.

 

La selección española y todas las categorías juveniles son potencia mundial. Las mejores canteras de España son fábricas masivas de jugadores de altísimo nivel. No hay duda que Neymar se va de la mejor -o segunda mejor liga- liga del mundo bajando dos escalones, porque entre la española y la francesa están la Bundesliga y la Serie A.

 

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Segundo, es legítimo y respetable que Neymar quiera ir al PSG para ser al as de espadas. Para poder cobrar penaltis y tiros libres sin tener que esperar el guiño del zar del equipo. Que quiera ser el jugador más aclamado por la afición. Lo entiendo. Pero todo eso no suplirá el gigante vacío para su juego y potencial que supone dejar de jugar al lado de Messi.

 

Yo el fútbol no lo entiendo como una suma simple en la que 1 + 1 = 2. No. Messi + Neymar = 5, porque se potencian mutuamente, se buscan, se necesitan. En cuatro temporadas juntos han creado una cantidad de sinergias y movimientos entre ellos. Situaciones en el campo que no encontrará ni le ofrecerá ningún jugador del PSG. Messi es mucho más que la suma del mejor Verrati (armador), el mejor Di Maria (gambeteador) y el mejor Cavani (goleador). Messi es en si mismo un equipo de fútbol. Las posibilidades que eso le ofrece al juego de Ney son infinitas. Basta con poner ‘Messi and Neymar’ en Youtube, para ver horas de videos de jugadas sensacionales.

 

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Ningún jugador del PSG reemplazará las asistencias y pases en excelentes condiciones para el uno contra uno que Messi le ofrecía. Llega a ser el líder del PSG, tendrá nuevos roles, sin duda, pero la gran pregunta es: ¿es mejor el Neymar primera espada de Messi o el Neymar líder de un ataque sin Messi? Ese es el verdadero nudo del debate.

 

Tercero, desde su rol de factor desequilibrante por la izquierda alcanzó números espectaculares. 105 goles, uno cada 146 minutos; 3,7 faltas por partido en los 15,353 minutos que jugó; 747 gambetas completadas con un promedio de 4,3 por partido, siendo el mayor gambeteador de Europa en tres de sus cuatro temporadas. Diez títulos conseguidos, y la barbaridad de 228 goles en 110 partidos entre la MSN.

 

Foto: estebancuvardic.com La MSN, 228 goles en 110 partidos juntos. Una delantera histórica.

 

A medida que pasaban las temporadas mejoraban muchos números de Neymar: su eficacia en la gambeta, la cantidad de faltas recibidas. Esto dentro de un contexto especial: jugando de afuera hacia adentro, podía encarar y jugar en un equipo que controlaba casi todos los partidos, con un porcentaje siempre altísimo de posesión y con la oportunidad de jugar en campo contrario muchas veces por partido mirando a su lateral.

 

Estas situaciones no las va a encontrar tantas veces por partido en el PSG. Si Ney quiere cambiar de rol, veremos ahora a un jugador menos gambeteador y más pasador y creador.

 

Que el tiempo hable, pero todo parece indicar que deportivamente el brasilero se equivocó. Podía ser el heredero de Messi en el Barca, pero prefirió otro camino, que desde lo profesional es muy respetable.

 

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Foto: cde.peru.com


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