Por favor paremos, no es un tema personal, la suplencia del colombiano está completamente justificada.
El partido contra el Bayern Múnich era un partido grande y como en todos los partidos grandes Zidane dejó a James en el banco. Con todos sus mediocampistas a disposición, Zizou volvió a alinear a Modric, Casemiro y Kroos. Hoy ya está claro cual es el mediocampo titular del francés en las grandes citas. Pero ojo, esto no siempre fue así. En el primer partido importante de la era Zidane, el 27 de febrero de 2016 ante el Atlético en el Bernabéu, el Madrid perdió 0-1 mostrando un fútbol soso y gris. Y ese día, aunque cueste creerlo, James Rodríguez fue titular.
Zidane se dio cuenta de que con un planteamiento tan frágil no iba a llegar lejos y en los partidos siguientes empezó a incluir a Casemiro en la titular, un jugador que había disputado tan solo 22 minutos en los ocho partidos que llevaba Zidane al mando. Con el brasileño lo probó todo hasta dar con la tecla. En los cuatro partidos siguientes, James, Isco, Lucas Vázquez, Kovacic, todos, compartieron en alguno momento la titularidad con Case. Fue en el partido contra Sevilla, un mes después de la dolorosa derrota ante el Atlético, que Zidane alineó juntos por primera vez a Modric, Casemiro y Kroos en el mediocampo. Ese día el Madrid le metió cuatro goles al Sevilla y James se quedó todo el partido en la banca.
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James dejó de ver minutos en los partidos importantes y el Real Madrid no lo echó de menos; la victoria de visitante contra el Barca, la épica remontada en Champions contra el Wolfsburgo y la consagración en San Siro tienen algo en común: James Rodríguez los vio todos, de principio a fin, desde el banquillo. Zidane saldó su primera temporada con un balance espectacular y su mediocampo, sin James, tuvo mucho que ver.
En la primera mitad de esta temporada Zizou le dio merecidas oportunidades al colombiano. Pero James tuvo mala suerte. Las lesiones en octubre y enero minaron su progreso esta temporada; su inconsistencia le ha impedido mostrar argumentos suficientes para hacerse un hueco en el mediocampo titular. En cambio, sí se ha ido perfilando como un suplente de garantías en un equipo que, hoy por hoy, tiene la nómina más completa del mundo. De ahí que su aporte goleador haya sido en partidos “suaves” en los que Zidane ha hecho rotaciones: tres goles en Liga al Espanyol, Eibar y Leganés y tres goles en Copa del Rey, torneo en el que jugaba regularmente hasta que el Madrid fue eliminado. James, como Lucas Vázquez, Kovacic y Asensio, hace parte de un grupo selecto: el equipo suplente del Real Madrid.
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No es que Zidane le tenga bronca o que no aprecie la calidad del capitán de la Selección Colombia, lo que pasa es que James ha ofrecido un rendimiento por debajo de su nivel cuando se le ha dado la oportunidad de jugar en partidos gordos. Ya sea por su nivel, por incomodidad en el esquema del equipo, por las lesiones o por cualquier otro motivo, James perdió la titularidad y ha sido incapaz de recuperarla. Si no está conforme con su rol de suplente, que se vaya, pues ser titular en el Madrid, por mucho que nos duela decirlo, le está quedando grande.
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