Maldiciones del fútbol que no lo dejarán dormir

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Si usted todavía cree que el fútbol es solo un asunto de humanos, después de leer esto tendrá muchas preguntas. 

 

Acá hay gato enterrado

Abrimos el conteo con el mito más macabro de este continente. Cuenta la leyenda que tiempo antes de que Racing desafiara la crisis, el ‘corralito’ de De La Rúa y a sus propios dirigentes, le tocó vivir con un arco embrujado. Sí, en Avellaneda hay 2 plazas, una rivalidad a muerte y un cuento de brujas que eriza la piel. Se habla por el barrio que por los años 70, unos hinchas de Independiente se escabulleron a El Cilindro y enterraron 7 gatos negros (no se sabe si vivos o muertos) bajo un arco. El resultado: un tiquete más estadía de dos años en la B y una sequía de 30 años sin títulos. Dicen que Alfio Basile mandó a desenterrarlos sin encontrar nada. Dicen también que luego en los 90s encontraron huesos de un gato. Lo cierto es que en varias misas se encomendó el futuro de Racing a Dios, pero este solo les pondría atención en el 2001.

 

No hay pruebas de los gatos, pero sobra la evidencia de que “La Academia” es inigualable

 

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Solo alcanza para uno

La ironía de esta maldición dan ganas de reir y llorar. Ningún futbolista premiado con el Balón de Oro un año antes de un Mundial ha logrado coronarse como campeón del mundo. ¿Por qué ironía? Cualquiera que haya escuchado una entrevista de un jugador que ha recibido el premio lo entenderá. “Esto no hubiera sido posible sin el equipo”, “los premios individuales motivan por lo que realmente importa son los títulos colectivos”, y muchas otras frases de cajón que apuntan a lo mismo: es mejor ganar en equipo. Sin embargo, la maldición es clara: el que lo gana jode a sus compañeros. Así que guardémonos los discursos. Ojalá en el 2017 él que lo gane (Messi o Cristiano) se ahorre palabras a ver si le hace un favor a su compañeros.

 

Ni las lágrimas te salvan de ser maldecido.

 

La lista es extensa:

1957: Alfredo Di Stéfano; no participó en Suecia 1958.

1961: Omar Sívori (Italia); su selección quedó eliminada en la “Batalla de Santiago”.

1965: Eusébio (Portugal); el equipo luso quedó tercero en Inglaterra 1966.

1969: Gianni Rivera (Italia); su selección cayó derrotada en la final contra el Brasil de Pelé.

1973: Johan Cruyff (Holanda); la “naranja mecánica” cayó en la final frente a Alemania.

1977: Allan Simonsen (Dinamarca); su selección no clasificó a Argentina 1978.

1981: Karl-Heinz Rummenigge (Alemania); su equipo perdió la final contra Italia.

1985: Michel Platini (Francia); en México 1986, Francia se quedó con el tercer lugar.

1989: Marco Van Basten (Holanda); su selección cayó derrotada en octavos de final.

1993: Roberto Baggio (Italia); un penal fallado por él le dio el título mundial a Brasil en Estados Unidos.

1997: Ronaldo (Brasil); perdió la final contra Francia.

2001: Michael Owen (Inglaterra); fue eliminado en cuartos de final por Brasil.

2005: Ronaldinho (Brasil); cayó ante Francia en cuartos de final.

2009: Lionel Messi (Argentina); la albiceleste cayo ante Alemania en cuartos de finales.

2013: Cristiano Ronaldo (Portugal); los lusos quedaron eliminados en grupos por USA.

 

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Vuelvan a Tilcara

Dicen que la Selección Argentina no fue campeona en Brasil porque a Higuaín le faltó puntería. Dicen también que fue porque a Messi le faltaron huevos en la final. Dicen otros que Di María no estaba para la final y eso tuvo un importante peso. Pero todo eso es consuelo de bobos. La verdad es que Argentina no levantó la Copa Mundo en Brasil por una sencilla (bueno, no tan sencilla) razón: porque Bilardo no volvió a Tilcara. Nada podían hacer los dirigidos por Sabella, el destino estaba escrito desde 1986. La leyenda cuenta que la ‘Albiceleste’ fue a entrenar a Tilcara en Jujuy para prepararse para la altura del Distrito Federal Mexicano. Cuentan los de Tilcara que los jugadores de la selección, liderados por Bilardo, hicieron una promesa con la Virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral: si ganaban Mexico 86, volvían a agradecerle en Tilcara. Sin embargo, no volvieron.

 

 

Una campaña en Facebook llamada Vuelvan a Tilcara (con 25.000 likes) les suplicó que volvieran antes de Brasil 2014.

 

 

Bilardo desmiente que él o la selección hayan hecho una promesa, pero se compromete a volver

 

Ojalá que no llueva en la Clausura

Cerramos el conteo en el país de la lluvia de flores amarillas. En el país de las tormentas sin principio ni final. Sí, cerramos el conteo en Colombia, donde el gobierno se hizo con los servicios de un brujo para evitar la lluvia. Suena a mentira pero la realidad supera la ficción. En el Mundial Sub-20 Colombia quiso cuidarse del ‘que dirán’  evitar la lluvia en la ceremonia de cierre. La solución: contratar al señor Jorge González Vásquez, alias ‘El Chamán’. El ‘Chamán’ cumplió su contrató y aunque llovió antes de la ceremonia, durante la misma no cayó ni una gota. Sin embargo, el escepticismo no se hizo esperar y las críticas llovieron. Hay gente que no cree en nadie.

 

El ‘Chaman’ es contratista del Estado desde el 98, y hasta ha trabajado con el gobierno de Dinamarca

Como cualquier genio, el Chamán tiene enemigos que quieren verlo fallar

 

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Bonus: El que canta el gol no celebra.

Esta es una maldición instantánea. Una clásica que a todos nos ha caído en algún momento. Aunque tiene una duración efímera, nos ha privado de golazos. Me refiero a la maldición de gritar “gol” antes de que la pelota entre. Sí, todos sabemos (y si no sabe es hora de que se entere ya antes de que le toque ver partidos solo por el resto de su vida) que si usted canta el gol antes de que la pelota entre, ni las leyes de la física, ni la mortalidad del arquero, ni la buena ética de los árbitros lo van a salvar. La pelota va a desafiar a Newton y cambiar su trayectoria repentinamente; el arquero se va a levantar más rápido que Lázaro y va a volar como Superman; y el juez de línea va levantar la bandera por un reflejo involuntario (o simplemente de mala fe). Así funciona la maldición. Entonces: no cante el gol antes de que la pelota entre. Gracias.

 

Con toda certeza, en cada uno de estos 23 goles alguien gritó “GOL” antes de tiempo.

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