Millonarios jugó un partido pobre, pero sacó un valioso 1-1 de visitante.
La Anti-Naranja mecánica
La alusión es demasiado obvia y a más de uno le dará piedra, pero la verdad es que Millonarios no jugó un buen partido y el empate de visitante, aunque suena bien, fue milagroso. No porque General Díaz hubiera sido una tromba, sino porque Millos hizo muy poco para merecer el gol.
El planteamiento fue el mismo que contra Chicó: 4-3-3 y la única novedad fue la inclusión de Figueroa para que De los Santos pudiera reemplazar a Duque en el eje. Misma figura, un desempeño muy distinto. En Paraguay Millonarios no mostró intención ofensiva y le faltó fluidez en la mitad. Macalister y Rojas estuvieron muy imprecisos y no hubo quién conectara con los de arriba.
Le puede interesar: El culebrón entre Yerry Mina y José Mourinho
Millos fue incapaz de dominar el juego y General Díaz, con sus carencias, fue el que propuso siempre. El gol vino de una jugada aislada: una recuperación de Rojas en la salida de los paraguayos y un desborde raudo de Salazar que terminó en penal. Más allá de eso, en el primer tiempo hubo un tirito tímido de Hauche desde afuera y en el segundo Macalister desperdició el 2-0, luego de otra pérdida grosera en la salida de General Díaz. De resto… Nada.
Y después, con el marcador a favor, el plan fue tirarse atrás. Tampoco funcionó. El partido se le salió de los pies a Millos, los paraguayos sumaron muchos hombres cerca del área de Wilker y el empate era el único desenlace lógico.
Ni para defender, ni para atacar. Solo hubo uniforme naranja, faltó el fútbol total.
La mala suerte de Carrillo
La alineación volvió a dar la sensación de que Russo confía poco en su, por cierto, corta nómina. Carrillo volvió a ser suplente a pesar de que por características habría sido el reemplazo natural de Duque. El técnico volvió a jugársela con De los Santos de cabeza de área y desde el semestre pasado da la sensación de que en Millonarios, se juegue bien o se juegue mal, siempre juegan los mismos.
Es algo raro: Carrillo siempre ha respondido e incluso un golazo suyo fue el que puso a Millonarios en Suramericana. Esta vez entró al minuto 78 y tuvo la mala suerte de que a los tres minutos les hicieron el empate. No fue culpa suya, pero esas cosas quedan en la retina del hincha… y del entrenador.
No se vaya sin leer: Los venezolanos que la romperán en la Liga Águila
Salazar hace feliz al hincha
De naranja no todo fue malo. Además del empate, se vio a un Salazar picante. Cada vez está más maduro y contundente. Su desborde de afuera hacia adentro y su uno-contra-uno le dan recursos y versatilidad al ataque.
La salida de Harold Santiago Mosquera y la levedad que mostró Huérfano en el semestre pasado tenían muy aburridos a los hinchas que tanto piden jugadores de la casa. Bueno, Salazar llegó y, parece, tiene ganas de quedarse.
No se vaya sin leer: Lo que Pékerman le sigue debiendo a Colombia
Foto:
Twitter Conmebol
MÁS HISTORIAS
Comentarios Facebook