Millos desnudó a Santa Fe

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Millonarios goleó 3-0 a Santa Fe en el clásico bogotano. Estas fueron las principales conclusiones que nos dejó el partido:

 

A Santa Fe se le acabó la gasolina

Por mucho tiempo, la arenga y la garra de Costas fue suficiente para que el equipo, a pesar de las carencias técnicas y la falta de juego ofensivo, compitiera e incluso ganara los partidos. Pero eso ya se acabó. El clásico dejó en evidencia a un equipo desgastado, que no juega a nada y que además ya no compite con la misma fiereza.

 

El partido lo perdió en los primeros doce minutos, no porque Millonarios hubiera sido un vendaval, sino porque Santa Fe fue dócil y complaciente en su propia área: dos rechazos tibios y los de azul no perdonaron.

 

Después, con el marcador abajo, y sin poder coger el balón, la remontada fue imposible. Sin carrileros peligrosos que pasen la mitad de cancha y sin un jugador que junte a sus compañeros, los ataques de Santa Fe se reducen a las cabalgatas carrolocas de Gómez y Plata. La situación ya preocupa.

 

PD: Si los carrileros no levantan su nivel es difícil que esté equipo vuelva a carburar. No atacaron nunca y en defensa fueron una coladera.

 

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Millos es un equipo

Después de varios meses de dudas, y tras la eliminación en Libertadores, el hincha de Millonarios por fin puede decir: “somos un equipo”. Habrá cosas que afilar y terminar de pulir, pero en contraste con Santa Fe, Millonarios tuvo un plan claro, leyó las debilidades del rival y lo hirió por las bandas. Cada uno de sus hombres tuvo un rol claramente definido y cumplió a cabalidad con su tarea.

 

Duque es una aspiradora en la mitad; Rojas limpia las jugadas y descarga con precisión en los extremos; por afuera, los laterales se asocian con los volantes para explotar las bandas; y en el área, Riascos y Del Valle están listos para cazar los centros y las segundas jugadas.

 

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Volvimos a ver a Deiver Machado

La gran noticia para Russo, más allá de los tres puntos y la humillación pública a Santa Fe, fue que Deiver Machado volvió a ser él mismo. Al lateral izquierdo lo llevaron a los Juegos Olímpicos y él se quedó en Brasil de vacaciones. Desde hace casi un año, el Campín no veía sus escapadas feroces por la banda izquierda.

 

Contra Santa Fe, Machado estuvo intratable. En el segundo tiempo le pintó la cara a Roa en todas las que tuvo, hizo un golazo y siempre que llegó a línea final, tiró centros peligrosos. El número ‘15’ fue la gran figura del partido.

 

Excelente noticia para Millonarios y para la Selección Colombia (¿?).

 

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