Así jugaron Fabra, Cardona y Barrios en un clásico de muerte

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En un partido con todos los condimentos Boca le propinó el tiro de gracia a un River que venía de sufrir una de las peores derrotas de su historia.

 

No se equivoca el prestigioso diario inglés The Guardian al incluir al superclásico argentino dentro de uno de los eventos más espectaculares del mundo. Fue un partido como los que hemos visto en los últimos años, jugado más con las piernas que con la cabeza. El vértigo, otra vez, fue el protagonista. La expulsión de Nacho Fernández y la inexplicable roja a Cardona se explican porque el superclásico se juega como ningún otro partido en el mundo.

 

Al margen del análisis y de los responsables que influyeron en el resultado final, Boca sale del Monumental invicto, con tres puntos de oro y dejando muy maltrecho a River. Lo de hoy fue sal sobre la herida de la eliminatoria copera a mitad de semana.

 

Así fue el partido de Fabra, Barrios y Cardona:

 

Frank Fabra

 

Antes de que iniciara el partido sabíamos que su pasillo sería el más exigido. Montiel, un joven lateral con mucho ida y vuelta y que juega a un ritmo altísimo, junto al Pity Martínez que siempre flota en esa zona de la cancha, preocuparon a Fabra en todo el primer tiempo. Este tándem provocó que no viéramos al Fabra más profundo.

 

Sin embargo, estuvo atento en marca. Correcto en los cierres. Salvo un despiste que tuvo con Magallán en el segundo tiempo, en el que Scocco tuvo un mano a mano con 0-1, estuvo impecable en defensa. Este es su ítem pendiente. Él lo reconoce. Pero pasan los partidos y Fabra no para de crecer en todos los registros.

 

En ataque se soltó después de la expulsión de Cardona que fue el momento en el que el partido se rompió. Tuvo dos galopadas de 90 metros. Una al minuto 32 y otra en el 45. Su potencia es notable. En un partido de esa exigencia, tuvo la gasolina para ser un rayo en varias contras en los últimos minutos. Si Boca hubiera gestionado mejor esas escapadas, Fabra hubiera marcado el 1-3.

 

Wilmar Barrios

 

El sistema utilizado por Gallardo en este semestre es muy exigente para los mediocentros. En el 4-3-2-1, Pity Martínez y Nacho Fernandez son dos volantes ofensivos difíciles de referenciar. No son extremos ni interiores. Flotan entre los volantes y los centrales rivales. Por eso Barrios sufrió por momentos.

 

River inició presionando alto. La consigna era no dejar a Boca madurar la jugada. En ese momento del partido robó varios balones. Barrios perdió algunos. Cuando River recuperaba la pelota, Goltz y Magallán no achicaban espacios, y entonces Scocco y Nacho Fernández, por dentro, rompían con mucho peligro.

 

Después de la expulsión de Nacho Fernández Barrios tuvo un partido más placido. 20 minutos en los que pudo conducir con más tiempo y espacio para decidir. No presionó tan alto como a veces le gusta hacerlo, pero estuvo atento jugando en la mitad de los centrales.

 

Del minuto 50 al 69, en el que llegó el gol de Ponzio, Barrios se vio desbordado por el asedio de Enzo Pérez, Ponzio, De la Cruz y Ausqui. River ganó los segundos balones y puso más hombres en la zona de tránsito. No fue el Barrios imperial que hemos visto en los últimos juegos, pero estuvo a la altura.

 

Edwin Cardona

 

Sería muy injusto sacar el historial de expulsiones de Cardona. Sería oportunista. Una cosa es que varias veces se le hayan desconectado los cables, y otra muy distinta que hoy haya sido víctima del papelón de Pitana. El árbitro compensó apenas pudo. El eco del Monumental le llevó el pito a la boca ante una caricia a Enzo Pérez.

 

Pero en los 60 minutos que estuvo en la cancha fue de lo mejor de Boca. El empuje de River en los primeros 30 minutos le impidió poder jugar mano a mano con Montiel. No pudo encarar ni ser influyente por afuera. Pero sí lo fue por dentro. Cansado de que no le llegara el balón, cambió de lado con Pavón y se fue a jugar cerca de Ponzio y Enzo Pérez.

 

En esos minutos tuvo dos disparos templados fuera del área, hizo cambios de frente interesantes, recibió faltas y provocó la expulsión de Nacho Fernández. Su sensacional golazo de tiro libre terminó siendo la llave del triunfo de Boca. Tal será la confianza que el equipo tiene en la pegada de Cardona, que le dejaron disparar un cuarto tiro libre al arco. Antes había ejecutado tres sin que ningún compañero le pidiera el balón. Cada vez se sabe más dueño de la número 10…

 

Foto: caracol.com.co


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