Después de leer esto no le quedará duda de que a JuanFer Quintero lo espera una hinchada enamorada de los colombianos.
Angelito, el primero.
En el 96, cuando River le ganó a Nacional por Copa Libertadores sus scotus se llevaron anotado un nombre: Juan Pablo Ángel. Luego, en el 98 y con 22 años llegó Angelito, el primero colombiano en teñirse con la franja roja. Su adaptación fue dura y en principio contó poco para Ramón Díaz. Pero lo que vino después fue hermoso: goleador del River de los 4 Fantásticos –junto a Ortega, Aimar y Saviola– que fue campeón el el 99 y en el 2000. 63 goles gritó Juan Pablo. A Boca, claro, lo vacunó.
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“El pibe no lo puede creer”
Después de Ángel, varios de los nuestros –Patiño, Toja, Rivas, Valencia, Virviescas, Jersson González – pasaron por el Monumental sin pena ni gloria. Lo que no sabían los borrachos del tablón (ni nosotros tampoco) era que en sus inferiores habían cocinado a un tal Falcao García. El pibe, anunciando lo que vendría después, debutó en el fútbol como los elegidos.
Después se rompió, se recuperó, hizo muchos goles, salió campeón y conoció la fama y las ofertas europeas. Antes de irse, 11 años atrás, terminó de meterse en el pulmón del hincha con este guion perfecto.
Teo, “el negro de mierda”.
Todos sabemos que en el fútbol argentino la defensa a los colores es otra cosa. Lo sabía también Teófilo, hincha confeso de River (y caradura irremediable). Después de su paso por el Monumental, de visita en la Bombonera, decidió hacer un gol, abrir la herida y echarle gas pimienta.
Si bien también se le recuerda por otras cosas, por goles importantes en Copa y en Liga y porque salió campeón de la Sudamericana y del finalización 2014, de este performance el hincha de River no se olvida más. Nunca más.
Carbonero
Si en Colombia nos olvidamos de él, si para muchos es solo un espejismo que fue al Mundial de Brasil a pasear, en River lo llevan en el pecho. Tuvo que sudar frío para que Ramón Díaz le creyera el cuento, pero una vez tuvo su chance fue, con pinturas como esta y como culebra por la banda, pieza clave del título de 2014.
“Al hincha de River lo llevo en el corazón”, dijo el bueno de Carlos. ¿Cómo no nos van a querer?
Mario Alberto
¿Esta no se la esperaban, eh? Qué le vamos a hacer, si pensar en Yepes en Argentina nos lleva siempre a esto. Lo que pasa, y lo que casi nunca se dice (aunque Riquelme lo advirtió), es que en este caño enfermo aparece, de lleno, la entereza de un central que sin humo y con trabajo se ganó al hincha de River. Después del caño, en vez de tirar una patada a la nuca, Yepes va por lo suyo, el balón.
Mario llegó en el 99, alcanzó a coincidir con Angelito y con 77 partidos es el colombiano con más participaciones con la banda. Sus barridas perfectas y su uno-contra-uno magistral, con las que se pagó la vida en Europa, tomaron vuelo en El Monumental. Un estadio en el que el apellido Yepes se pronuncia con respeto.
Termine con: “Riquelme está sobrevalorado”
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DiarioUno