Tenemos fama de troncos, pero está selección de jugadores bogotanos tiene cosas interesantes. Se las contamos.
Arquero: Camilo Vargas.
Vamos con la verdad, Camilo protege nuestros tres palos porque no hay muchos más. Su suplencia en Nacional lo sacó del radar y hasta Pékerman se olvidó de él. Sin embargo a nosotros la memoria no nos falla. Todavía nos acordamos del arquero feroz de Santa Fe, rapidísimo para achicar, sinónimo de seguridad y de atajadas imposibles. De la Selección Cachaca saltará, otra vez, a la Selección Colombia.
Primer central: Francisco Nájera
Seguimos con la verdad: lo mejor que le pudo pasar a Pachito Nájera fue devolverse a su ciudad natal. En Nacional ya no tenía espacio y, en cambio, Luis Fernando Suárez lo quiso como vértebra principal de su Equidad. Pachito ya no es el central incombustible que se hizo famoso en Santa Fe, pero mantiene su intuición y anticipo. Es prolijo con el balón y, con tantos partidos encima, se las sabe todas. Es nuestro capi.
Segundo central: Deivy Balanta
Es verdad que anda mal de confianza y que en el Junior de Comesaña ha jugado muy poco. Este llamado es todo lo que necesita para coger nivel. A Deivy lo recordamos como el capo que la rompió en Alianza Petrolera y que comandó a la Selección Sub-20 de Juanfer Quintero. Será el complemento perfecto para Nájera: joven, rápido, aguerrido, acertado en los cierres e infranqueable por arriba.
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Lateral derecho: Juan Daniel Roa
Tenemos claro que, de lateral, Juan Daniel no es tan bueno como de volante mixto. Aunque sufre para ser una lanza larga y en el uno contra uno en ataque hace una de cal y otra de arena, Roa asegura intensidad y aplicación táctica. Es un perro de caza de esos que hay que tener.
Lateral izquierdo: Leyvin Balanta
En Santa Fe Leyvin le cuida el puesto a Dayron Mosquera. Jugar poco le ha hecho mal y le ha quitado autoestima. Pero con la confianza de la Selección Cachaca volverá a ser el lateral largo, portentoso y profundo que se ganó el favor de la hinchda roja. Como Roa, es polifuncional y lo podemos usar de volante. Con Leyvin ganamos la talla que perdemos con Juan Daniel.
Mediocentro: Abelito Aguilar
¿Que Abel está viejo? ¿Que en el Cali no juega nunca? Ambas son verdad. Como es verdad que su genio se mantiene intacto, y que en el fútbol colombiano cuesta pensar en otro volante con su capacidad para entender el juego, para salir en limpio, para llevar el tempo y filtrar. Duque y Salazar pondrán el nervio y Abel repartirá las cartas. La Selección Cachaca será su despedida triunfal.
Interior por izquierda: Sebastián Salazar
Sebastián ya no es el volante revelación y con cara de niño que enamoró a Marbelle. Con continuidad y mayores responsabilidades en Santa Fe ha crecido a chorros. A su despliegue maratónico le sumó un juego con sentido. Además se ha hecho amigo del área rival. Con él en cancha, siempre en modo perro de caza, Abel podrá jugar a placer.
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Interior por derecha: John Fredy Duque
Nosotros, que hemos jugado al fútbol con ‘Johnfre’, sabemos que su mejor versión está por verse. Suelto, con confianza para conducir e imaginar, mostrará que es más que un recuperador correcto y pragmático. Créanos, unos metros más adelante, Duque sabe hacer estragos. Aseguramos sacrificio total y obediencia. Se hará una estrella.
Volante creativo: Macallister Silva
Nos sedujo su aire micrero, como agrandado, su facilidad para jugar y hacer jugar. Terminó por convencernos con sus goles importantes que en este semestre han sacado a Millos de serios apuros. En complicidad con Stalin, sin tanta responsabilidad defensiva, en este 4-3-2-1 brillará como en sus noches más felices.
Volante creativo: Stalin Motta
El experimento de Luis Fernando Suaréz de usar a Stalin de segundo volante central le ha funcionado bien, sin embargo nosotros lo preferimos libre, flotando, de volante creativo puro. Con él en cancha, el frenetismo de Duque y de Salazar adquirirá sentido, el equipo descansará con el balón y el delantero contará con un filtrador de primera.
Delantero: Diego Gómez
Si antes estaba difícil, en este punto se pone jodidísimo. Pensamos en Dario Rodríguez, que la recontra rompió en Bucaramanga, pero todavía no ha vuelto de su lesión de ligamento cruzado. De resto no hay mucho más. Por eso recurrimos a este. En Tigres ha jugado de volante por afuera y de delantero. Es técnico y habilidoso, le gusta encarar y tiene una pegada decente. No es Lewandowski, pero vamos a confiar en él.
Termine con: el XI ideal de la Conmebol en Rusia.
Foto:
El Colombiano