El jugador de moda de la Champions jugó cuatro partidos en Colombia.
Hace siete años Colombia organizó la XVIII edición de la Copa Mundial Sub-20. Se disputó entre el 29 de julio y el 20 de agosto del 2011 y a la cita vinieron 24 selecciones. Analistas internacionales y periodistas hablaron excitados de Griezmann, Lacazette, James Rodríguez, Oscar, Isco, Casemiro… Pero nadie, absolutamente nadie, posó sus ojos sobre Mohamed Salah, un desconocido delantero de 18 años que jugaba en el Arab Contractors de Egipto.
El 17 de julio, con bailes folclóricos y música colombiana, el aereopuerto El Dorado recibió a Salah. El joven Mohamed llegó a Colombia luego de haber hecho doce goles (en 44 partidos) en una liga que no se puede ver ni en Roja Directa. Aunque de verdad prometía, para la élite todavía era un completo “don nadie”.
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El azar había puesto a Egipto en el Grupo E, junto a Brasil, Panamá y Austria, y en su primer partido —que fue el juego inaugural del mundial— los faraones sorprendieron a los brasucas en el Metropolitano; fue un empate a uno con goles de Danilo y Gaber. ‘Mo’ Salah fue titular y jugó todo el partido, pero el gol le fue esquivo. En el segundo partido, también en el Metropolitano, el ahora extremo del Liverpool jugó los 90 y su equipo ganó 1-0 con gol de Hegazi.
Al tercer partido, Egipto llegó con cuatro puntos y la obligación de ganar. El partido contra Austria fue el 4 de agosto en el Jaime Morón. Esa noche los faraones se soltaron e hicieron disfrutar a los cartageneros con un 4-0 contundente. La estrella fue Ibrahim, que anotó tres goles, pero Salah también hizo un partido genial. El cronista Carlos Caballero del periódico el Universal lo describió así: “Mohamed Salah, de Egipto, mostró una gran condición técnica, se pegó la pelota al guayo, dribló, jugó corto y largo y cargó con el peso del ataque de un Egipto que gustó con su fútbol… Ibrahim, autor de tres tantos, y Salah, un talentoso que corre con el balón pegado a los pies, fueron los jugadores más destacados de un partido que merece el mejor de los comentarios. Egipto enamoró con su fútbol a la hinchada de Cartagena. El buen toque, juego fácil, cambio de frente y capacidad para definir fueron algunos de los aspectos que mostró este buen equipo”.
Egipto clasificó segundo detrás de Brasil y los octavos de final los enfrentaron con Argentina. El partido se jugó el 9 de agosto en el Atanasio Girardot y Argentina alineó con algunos jugadores que hoy todos conocemos: Lamela, Tagliafico, Andrada, Battaglia, Iturbe. Egipto, por su parte, salió con un ataque de lujo: Salah, Ibrahim y El Neny. Fue un partido a muerte que los argentinos ganaron con dos goles de penal de Lamela. ‘Mo’ hizo el de los egipcios al minuto 70, pero no le alcanzó para forzar el tiempo extra.
Salah y sus amigos dejaron una buena imagen, el recuerdo de un fútbol de ataque rápido y atrevido. Aún así, su nombre no fue portada de los diarios sensacionalistas. Mohamed, que ahora parece Maradona, jugó en tres estadios del país y sin ellos saberlo hizo felices a cartageneros, barranquilleros y paisas. Ahora que es famoso, los bogotanos estamos rezando para que algún día vuelva al país y juegue en el Campín.
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Foto: diariodenavarra.com