Nombre: Aldo Leao Ramírez Sierra
Fecha de nacimiento: 18.04.81 (36 años)
Lugar: Santa Marta
Debut: 2000 (Independiente Santa Fe)
Posición: Volante
Goles: 55
El momento más lindo
De todos los talentos que han pasado por el FPC en este principio del siglo, Aldo Leao es uno de los más pesados. Su derecha prodigiosa, su calma para jugar y su inteligencia para pasar están muy por encima del corte de nuestro fútbol. Su genio y su tranquilidad en los momentos de adversidad parecen de otro tiempo.
A sus 36 años tendrá momentos lindos pa’ botar pa’l techo. Pero hay uno que se grabó muy profundo en el corazón del futbolero colombiano. Su nombre fue el que comenzó a labrar el camino a Brasil 2014.
Todos sabíamos que era un genio, pero aquel 11 de septiembre de 2012, en Chile, Aldo se hizo eterno. Colombia había conseguido el 1-1 con aquel tiro libre hermoso de James y entonces Pékerman decidió ir a por el todo. A falta de media hora salió Macnelly y entró Aldo. 30 minuticos fueron suficientes para que el mago sacara todo su repertorio. Hizo del Monumental de Santiago su arenera y de Chile su juguete. La función la cerró con una asistencia riquelmeana a Falcao.
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Sus horas más bajas
Después vino la frustración. En los días previos al Mundial, antes del amistoso frente a Jordanía, una distención de ligamento le rompió el sueño en 2014 pedazos. Tras un choque con Cuadrado se confirmó lo peor. “Hoy perdimos a un crack”, dijo José Néstor con tristeza en los ojos. Nos hizo faltar para abrirle el candado a Brasil.
Otro momento jodido fue su expulsión frente Santa Fe en un Campín a reventar que lo abucheó a más no poder. El ‘Rojo’ nunca le perdonó su marcha a Nacional y en 2014, cuando volvió con el Morelia por Libertadores, se lo hizo saber. En la ida Aldo y sus amigos habían ganado 2-1 en México; en la vuetla a Aldo lo expulsaron y Santa Fe terminó dándole la vuelta a la serie. “Aldo, Aldo, hijue…”, gritaba el estadio enardecido.
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Una jugada para la eternidad
Goles hizo varios, pero su especialidad siempre han sido las asistencias. La más linda de todas la hizo en la primera final del 2007, en aquel bicampeonato de Nacional Quintabani. En el Campín, contra La Equidad, Aldo se dejó caer este tacón sublime. Hay que verlo mil veces para entenderlo (minuto 0:59).
¿Y hoy?
A sus 36 años, ya viejo, con bastón, Aldo se ha vuelto una pieza fundamental en el esquema de Juan Manuel Lillo. La temporada pasada lo dimos por muerto y otra vez nos volvió a deslumbrar con su magia eterna. Si bien es cierto que ya no tiene el físico de antes, todo lo compensa con inteligencia.
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Foto:
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