La palabra gol es sagrada. Así que para gritarla en un micrófono hay que tener fuego sagrado. Como los trovadores a continuación, los favoritos de uno de los fundadores de Hablaelbalón.
Germán Sosa, es tu pueblo Racin’ el que lleva tu luz (2001)
Comienzo con mi favorito. Mi preferido por la literatura que impregna Germán Sosa en el relato de un gol que desborda emoción. A finales del 2001 Argentina era desastre puro. Se fugaba el presidente Fernando de la Rúa en helicóptero y el Estado de Sitio ponía trabas al fútbol profesional. Racing, a 3 fechas de acabar el campeonato, podía ser campeón después de 35 años de vitrinas vacías. Sin embargo, perdía en su casa 1-0 contra River (segundo en la tabla) y parecía que se desvanecía el sueño. Entonces, Gerardo Bedoya (que afortunadamente no había sido expulsado) rompe la red.
Vaya directo al minuto 1:28 para escuchar a Germán Sosa. No pierda el tiempo con el relato de Mariano Closs.
Edgar Perea, no hay quinto feo.
Por supuesto, Edgar Perea está en mi lista. Insignia de una profesión y, para muchos, de un país. Yo tenía tres cortos años cuando Colombia humilló a Argentina en el Monumental. Sin embargo, al día de hoy no olvido el “go-go-go-gol gol colombiano go-go-go-gol gol colombiano” del negro que acompañó la generación dorada de los noventas. Escojo entonces el quinto gol del 0-5 a Argentina, porque representa la gesta que durante generaciones significó el levantar de cabeza de los colombianos.
Si tiene tiempo escúchelos todos. Sino, escuche incredulidad de Perea en la narración del primero y el orgullo colombiano en la narración del quinto (6:30).
Alberto Jesús ‘El Trovador del Gol’ López, Chile quedándose con la ‘Roja’
A este le tengo especial cariño por tres cosas. La primera, porque desmiente que “sólo los colombianos saben cantar goles”. La segunda, por la creatividad del Trovador para hacer un remix del Padre Nuestro con el gol de Vargas. Y la tercera, porque días antes del partido se inundaron las redes sociales de comerciales -tanto españoles como chilenos- que defendían el apodo de ‘La Roja’ para cada selección. La guerra virtual terminó en una apuesta: el que ganaba sería ‘La Roja’ oficial.
Escuche con atención el relato del primer gol. Nada como un relato bíblico.
No lo voy a cantar, América de Cali Trisubcampeón.
Si quiere un relato honesto de un gol, no va a encontrar ninguno mejor que este. Después de perder la final de la Libertadores en el ’85 y el ’86, parecía que en el ’87 el América de Cali sí la ganaría. Por fin un equipo colombiano ganaría la Libertadores. Sin embargo, a 15 segundos del final, Diego Aguirre acabó con el sueño americano y con un golazo le entregó la quinta Copa a Peñarol. No logré descubrir quién es el narrador, pero con seguridad todavía le duele.
Prepárese porque son 20 segundos desgarradores
Victor Hugo Morales, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina
Cómo no meter ESE relato de Victor Hugo Morales. Imposible no tener el segundo gol de Maradona a los ingleses en el ’86 en el imaginario de lo épico. Quizás lo sepa, quizás no, pero nunca sobra decirlo. La victoria argentina que cabalgó Maradona sobre los ingleses trascendió el fútbol. Fue una venganza simbólica sobre la corta pero sanguinaria Guerra de las Malvinas.
Regálese el minuto para escuchar a Morales desencajado de la felicidad
“Yo vi jugar a Messi”
Cierro con este relato del Carrusel Deportivo de España. Y decido cerrar con esto porque a pesar de la frialdad europea (que en este gol quizás se ausenta), este relato me recuerda lo afortunado que soy. Cada vez que lo escucho no puedo sino pensar en el final del cuento corto de Hernan Casciari “Messi es un perro” y sentirme tocado por Dios. Sin embargo, cada vez que lo escucho también caigo en la terrible realización de que Messi algún día se va a retirar y me quedo sin palabras.
No sea tímido y grite con él “Yo vi jugar a Messi”, le aseguro que si no lo hace se arrepentirá algún día.
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