México no se pareció en nada a lo que había mostrado en los primeros dos partidos y Suecia no lo perdonó. Pasan por la actitud de Corea.
México no tuvo defensa
La diferencia entre el soñado debut de Osorio y el nefasto desempeño de hoy es que contra los alemanes México estuvo enfocado y férreo en defensa, no perdió los duelos individuales y le cerró los caminos al rival. Hoy recibió 4 remates al arco menos que en el debut y 3 goles más. Además, Alemania cobró hasta 8 tiros de esquina, mientras que Suecia solo cobró 3. Es posible seguir con los números para mostrar que Suecia, con poco, hizo mucho daño.
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México sabía que el juego iba a ser así y, lejos de guardarse bien en defensa, dejó que su rival le igualara en hombres dentro del área en el primer gol. Moreno cometió un penal innecesario en vez de aguantar al delantero sueco y luego, con Salcedo, se dejó ganar en un saque de banda cerca del área que dio lugar al autogol de Álvarez. Suecia no bombardeó el área mexicana, solo se encontró con una defensa apagada e ingenua que sabía muy bien qué iban a proponer los suecos y aun así claudicó.
Chicharito y Lozano estuvieron imprecisos
En los primeros 65 minutos, México solo tuvo el 36% de la pelota y pateó tres veces al arco. Fue, otra vez un equipo reactivo, pero sin eficacia y sin poder.
A Chicharito se le abona su pivoteo, que por lo general sirvió para abrir el juego. Sin embargo, eso no es suficiente cuando eres el delantero centro. En su afán de encontrar espacios, tuvo ocasiones para buscar el arco y prefirió pasar el balón. Salvo una palomita, el delantero del West Ham no fue peligroso en el área.
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Y para el partido de Lozano no hay atenuantes. Pasó mal la pelota cada vez que pudo, remató cuando debía pasar y encima lo hizo desviado. El Chucky no se pareció en nada al de los últimos dos partidos y México lo extrañó, pues hoy un gol era la diferencia entre la paz y la tormenta. El resultado se explica porque en el golpe a golpe, de mitad para adelante, los de Osorio fueron predecibles, imprecisos y erráticos.
Suecia acabó el partido tras el 3-0
Los europeos hicieron un partido correcto, ordenado y fiel a su estilo. Se encontraron con una defensa floja y aprovecharon. Metieron 3 goles que los dejaron tranquilos y, encima, primeros del grupo.
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Suecia es uno de los grandes exponentes del juego reactivo y especulativo que hemos visto en muchos equipos europeos. Juega sin misterios, replegada pero siempre dispuesta a apuñalar. Sin ser un equipo lírico, y sin problemas ni asco para tirarse atrás – hoy después del tercer gol cerró la tienda y le entregó por completo el balón a México–, conoce muy bien sus armas y en su hueso muy jodido de de roer.
Nos guste o no, hay que decirlo: que sea primero del grupo no es mera casualidad.
Posdata: si en octavos Forsberg, su número 10 y cerebro, vuelve a estar como hoy, lucido y venenoso para filtrar, tiene con qué joder a cualquiera.