4 razones por las que el Nacional del 89′ es el mejor de todos

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Aunque es probable que futbolísticamente hablando haya mejores versiones de Nacional, para el hincha ningún equipo es más lindo que el campeón del 89’.

 

Nacidos en casa

Este equipo no solo fue 100% criollo sino que tuvo mayoría paisa, fue un equipo nacido en casa. René Higuita, Andrés Escobar, Luis Carlos Perea, León Villa, Gildardo Gómez, Pipe Pérez, ‘El Bendito’ Fajardo, Leonel Álvarez, Jaime ‘Jimmy’ Arango o ‘La Turbina’ Tréllez son ejemplo de ello. Este equipo inspiró el Pregón Verde (“oh, oh, mi Nacional”), canción que se hizo himno del equipo y que sigue resonando en el Atanasio cada vez que se levanta una copa.

 

Puso fin a la paternidad

Fue el primer campeón continental y el equipo que se sacó de encima la paternidad de Millonarios. Nacional llegó a la Copa como subcampeón de Colombia. El campeón había sido Millos y en fase grupos de la Libertadores los bogotanos le volvieron a ganar al ‘Verde’. Por eso, la victoria paisa en cuartos de final marcó un antes y un después en la historia de esta rivalidad.

 

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Un coleccionista de hazañas

Toda victoria se disfruta, pero cuando es aplastante o sufrida, se goza diez veces más. Este equipo estuvo en ambas, aplastó y sufrió. Primero humilló 6-0 al complicadísimo Danubio de Uruguay en la semifinal; y después, en la final, el sueño casi se extingue. Faltando 45 minutos (de los 180), Nacional perdía por dos goles. Estaba maniatado y sabrá el diablo de dónde salió el ímpetu que hizo posible el empate. En poco menos de 20 minutos se hicieron dos goles y después vimos la definición por penales más emocionante de la historia: 18 disparos con el ‘Loco’ atajando lo que sus compañeros desperdiciaron y el final feliz de aquel inolvidable cobro de Leonel.

 

El equipo de todos

Como el Atanasio no cumplía con las condiciones mínimas exigidas por la Conmebol para una final de Copa Libertadores, este equipo viajó al Campín en busca de la gloria. El 31 de Mayo de 1989, Nacional —ante la mirada atenta de todo el país— visitó de verde y blanco el templo del fútbol bogotano. Después viajó a Tokio a jugar contra el Milan de Sacchi y, aunque no ganó (perdió por un gol en el minuto 119, le dejó claro a todo el mundo que el fútbol colombiano podía estar a la altura de los mejores. Gracias a este equipo hay hinchas fieles de Nacional que no conocen Medellín.

 

Además, no hay nada como la primera vez. Gracias, muchachos.

 

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Foto:

El Bocón


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