Hacemos de jefes de campaña de la candidatura de Izquierdo al mundial.
Hace unos meses nadie tenía en el mapa de la Selección a José Heriberto Izquierdo. Paro nuestro pesar, nos pasó lo mismo que con Bacca: no le creímos por estar jugando en el Brujas y solo volteamos a mirarlo cuando llegó a una liga de renombre. A veces, en el fútbol, somos demasiado arribistas. Nos deleitan más los escudos y los estadios que la dimensión del juego de un futbolista.
Ahora, en el Brighton, sí somos de Izquierdo. Sí nos gusta. Tuvimos que verlo flotar en las finas alfombras verdes de la Premier para pedirlo. Nosotros, en Hablaelbalon y como buenos oportunistas queremos hacer campaña por él. ¿Por qué?
Porque es un jugador que Colombia no tiene. En el catálogo de volantes ofensivos tenemos a casi todos: el clásico enganche (Quintero), el diez moderno (James), el extremo picante (Cuadrado), el falso extremo (Cardona) y el mediapunta con gol (Muriel). Nos faltaba uno: el volante de ida y vuelta de toda la banda. Ese es José Heriberto.
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Un jugador con una marcha más que todos los buenos volantes del fútbol colombiano que hoy se piden para la Selección. Izquierdo en el Brighton quema el pasto de su banda con un ritmo infernal. Hoy es fijísimo como volante por izquierda en el 4-4-1-1 del irlandés Hughton. Su puesto se lo ganó muy pronto y desde entonces ha sido justo con la confianza que su técnico depositó en él: ha participado en 29 de los 34 partidos de Premier League —20 de titular y 9 de suplente—, ha jugado 1735 minutos y promedia 60 por partido. Lleva cinco goles; dos de ellos de altísima factura.
Izquierdo ha triunfado en su primer año en Inglaterra obedeciendo a su instinto: respetando las órdenes y deberes tácticos que se le imponen, pero siendo él mismo cuando la jugada pide que su talento improvise. De tres cuartos para atrás es pieza del sistema y en el último puede ser él mismo. Todo esto, además, potenciado por unas condiciones atléticas fantásticas. Estamos hablando de un jugador que es rápido en el sprint sostenido y explosivo en los primeros metros, pero a la vez ligero para los giros y las gambetas. Suerte también ha tenido, pues las lesiones lo han respetado.
Finalmente, viendo lo que este hace en el fútbol europeo y teniendo en cuenta que el mundial será allá; en unas canchas, en una atmósfera y con arbitraje mucho más ‘de allá’ que ‘de acá’, creemos que nos favorece tener a jugadores que estén habituados. Jugadores para los que el cambio entre competiciones no sea tan abrupto y para los que, llevándolo al extremo, jugar un mundial sea “un día más en la oficina”.
Luego está el tema de que en términos de ritmo e intensidad hay diferencias notables entre el fútbol europeo y el suramericano. El siguiente ejemplo es tan ilustrativo como contundente:
En Argentina mucho se ha discutido sobre Lautaro Martínez, la perla de Racing que irá al Inter la próxima temporada y al que varios periodistas, cansados de que llamen a “los mismos de siempre” (Agüero e Higuaín), piden a gritos para la selección. Sampaoli, en respuesta, ha dicho que, aunque el pibe le gusta mucho, él sigue observando una diferencia demasiado grande entre el ritmo de los “argentinos” y el de los “europeos”. Los periodistas, incluso los más ofendidos por las palabras del DT, quedaron con la boca abierta cuando recién finalizada la última gira de amistosos, el mismo Lautaro reconoció que había sentido que los jugadores del fútbol europeo jugaban a otra velocidad.
Bueno, pues Izquierdo juega en la élite europea y creemos que entre él y los ‘de acá’ pasa eso mismo. Por la velocidad de la competición, los ‘de allá’ deciden más rápido e imponen otro ritmo. Por todo eso, hoy más que nunca, votamos para que Izquierdo vaya al mundial.
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