En estas andan los emblemáticos ganadores de la primera Libertadores verde.
René Higuita: El loco supo honrar a su apodo. Jugó en Colombia, Ecuador, España y México. Como entrenador dirigió en Arabia Saudita. Estuvo en la cárcel en el 93 después de que la justicia lo encontrara culpable de participar en un secuestro. Dicen que tuvo una cercanía con Pablo Escobar. Quedarán para la historia sus escorpiones (sobre todo el de Wembley), sus atajadas en la final de la Libertadores contra Olimpia y su error contra Camerún en el Mundial de 1990. Hoy es entrenador de arqueros en Atlético Nacional.
John Jairo Carmona: El lateral del primer verde libertador vive alejado del fútbol. La historia lo recordará como el amigo de Andrés Escobar, por el que le preguntan en cada entrevista.
Andrés Escobar: Es difícil escribir sobre él. Su historia representa lo mejor y lo peor de Colombia. Después de la hazaña del ’89, Andrés se afianzó en la saga del verde y de la Selección. Un autogol en Estados Unidos durante el Mundial del 94, la eliminación nada esperada y una discusión a las afueras de un rumbeadero con las personas equivocadas lo condenaron a muerte. Siete disparos acabaron con la vida de un hombre humilde, amable, buena gente y luchador.
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Luis Carlos Perea: Jugó en Colombia y fue dupla con Andrés. Fue a México y jugó para Toros Neza. Debutó en Independiente Medellín en el 83 y se retiró en la misma ciudad, pero jugando para los verdes, en el 98. Hoy tiene un hijo futbolista, Luis Alberto Perea, que juega en la Universidad de San Martín de Perú.
Giraldo Biderman: Aparte de conquistar América en el 89, no hay mucho por decir. Fue lateral de la Selección Colombia en la Copa América de ese año y durante el Mundial de 1990. Hoy no se le ve en el planeta fútbol.
Leonel Álvarez: Fue el discípulo de Maturana y el ‘Bolillo’ Gómez. Cambió por gol el penal que les dio la Copa y creció como jugador hasta convertirse en uno de los ejes de la Selección Colombia. Jugó sin éxito en España, también pasó por México y Estados Unidos. Se retiró en 2004 jugando para el Qunidío. En 2009 se hizo director de orquesta del Medellín. Tras el escándalo del ‘Bolillo’ en 2011, Álvarez lo relevó como seleccionador, pero su mala relación con algunos jugadores (sobre todo con el ‘Tigre’) lo condenaron al fracaso. Gracias a eso llegó Pékerman. El resto es historia. Hoy dirige a Cerro Porteño de Paraguay.
Así viven los 11 que ganaron la estrella 13 de Millos.
Alexis García: Llegó del Once Caldas y nunca más se fue de Nacional. Luego se hizo entrenador, pero el éxito le ha sido esquivo. Un campeonato de segunda división y una Copa Colombia con La Equidad son sus únicos trofeos como DT.
Luis Alfonso Fajardo: Debutó en los años 80 al mando de Comesaña, que ya entrenaba para esa época. Se quedó en Nacional y allí se retiró. En 2007 estuvo involucrado en un presunto lavado de activos y fue a la cárcel, pero quedó libre ese mismo año por falta de pruebas. Hoy es presidente del Deportivo Rionegro.
Albeiro Usurriaga: Fue el goleador de Atlético Nacional durante esa Libertadores. Supo sellar su pasaporte: jugó en Colombia, España, México, Ecuador, Venezuela, Brasil y Argentina. Su mejor momento lo tuvo en Independiente de Avellaneda, donde ganó tres trofeos continentales y uno local. Murió asesinado, como Escobar, pero en Cali y en manos de un sicario.
Jaime Arango: Jugó en Once Caldas, Atlético Nacional, Independiente Medellín y Envigado F.C. Cuando colgó los guayos en 1997 inició su carrera de entrenador. Hoy dirige en las inferiores del ‘Verde’.
John Jairo Tréllez: Este sí que viajó por todo el mundo. Justo después de ganar la Libertadores lo fichó el FC Zürich de Suiza. También pasó por Argentina, Brasil, Arabia Saudita y Estados Unidos. Sin embargo, su palmarés se reduce a lo que consiguió en Nacional. Hoy, su único vínculo con el fútbol es su hijo Santiago que juega en el Vitòria de Brasil.
Termine con: El Nacional de Rueda contra el de Maturana. ¿Cuál gana?
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