Hoy el fútbol brasilero, quizá como nunca antes, disfruta de los jugadores colombianos. Yerry Mina, Copete, Vladimir Hernández y Berrío confirman semana a semana eso de que el jugador colombiano es especial. Pero a ellos, para poder llenar hoy las portadas de los diarios y bailar zamba felices, alguien tuvo que abriles el camino. Acá les presentamos los primeros conquistadores colombianos en el país del fenómeno Ronaldo.
1. León Darío Muñoz
León Darío Muñoz va a cumplir 40 años. Salió de la prolifera cantera del Envigado pero fue en Nacional donde se hizo famoso. Aunque no se pude decir con seguridad cuántos goles hizo, pues los estadísticos le tratan con desdén, no nos duele decir que León nos recuerda a Romario. 1 68 de alto, el balón soldadito al pie, inteligentísimo para atacar el espacio y con la frialdad de los asesinos en serie en el área. Saltó al Palmeiras en el 2001 y se quedó en Brasil hasta 2007.
(Le gustan los conquistadores, disfrute también de los Traidores de Élite)
2. Víctor Hugo
“El mejor delantero del mundo sin balón” suele ser el chiste que describe a Víctor Hugo. De amores y de odios: a muchos nos recuerda la peor cara de la Selección Colombia, cuando simplemente no sabíamos qué era meter un gol, para otros es un ídolo irrefutable. Hoy, vestido de periodista, camina por el mundo con sus trescientos goles en la espalda, sabiéndose una leyenda. Porque lo es. Y lo es, más que por sus goles de todas las formas en Nacional, más que por las 40.000 libras que pago por él el Valencia, por su periplo por Brasil, donde se cansó de hacer goles en los peces gordos: Santos, Cruzeiro y Sao Paulo. Eso es ser un conquistador.
(A que no conoce la historia de este conquistador: Paul Gascoigne)
3. Fredy Rincón
Este es un animal. Una literal bestia para jugar al fútbol: potencia de percherón, ojos rojos y un olfato de goleador especial. Ídolo en Santa Fe, jugador bandera de la selección del 94′ – fue uno de los más aplaudidos por Maradona en el Monumental-, primer jugador colombiano en llegar al Real Madrid y al Napoli. Pero su leyenda se escribe en portugués. “10 años viví en Brasil. Jugué en Cruzeiro, Palmeiras, Santos y Corhintians .La gente me llama por mi nombre y no me cobran en los restaurantes” le cuenta Fredy a sus nietos.
(Y esta historia, sobre Duncan, el conquistador que no pudo ser)