El apodo ‘Magic’ le queda a muy pocos. En Valdebebas, un malagueño ofrece un show cada vez que juega. En el Deportivo Cali hay uno que hace lo mismo.
Isco es uno de los mejores volantes del mundo, pero guardando las debidas proporciones, en el FPC hay un talentoso creativo que se le parece. Un tipo con ademanes similares para conducir el balón y burlar al rival. No juega en la Champions, pero como el malagueño levanta tribunas con detalles geniales.
Hay jugadores que por momentos se olvidan del gol y juegan para ellos y para la gente. Con algún caño o un gesto fino nos recuerdan que la pelota es lo primero y lo demás es lo demás. Así es Isco Alarcón. Y así es Nico Benedetti.
Goleadores no goleadores
Definir a Nico es una tarea difícil. En un fútbol cada día más indivisible entre defensa y ataque, a los volantes creativos u organizadores cuesta encasillarlos. Algunos deciden ir unos metros atrás y convertirse en interiores. Otros, como el ‘Poeta’, prefieren acercarse al área y ser hombres punzantes, con gol.
Curiosamente Isco y Benedetti tienen un promedio goleador muy parecido: El del español, con 70 goles en su carrera, es de 0,20 por partido, y el del colombiano, con 19 goles, es de 0.18 por juego. Sin embargo, lo más rescatable de este registro es que son jugadores de goles importantes. Más que acumular goleadas, ellos aparecen para romper partidos.
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La rosca endiablada
Con ‘Titi’ Henry como mecenas y símbolo de esta escuela, tenemos a Isco en España y a Benedetti en Colombia. El gol al palo largo del arquero con una bola peinada con la punta del borde interior es un rasgo inconfundible de estos cracks.
Inclinar el cuerpo, pie de apoyo cerca del balón, balance con las manos y cepillada para ponerla a bailar en el aire. Un ritual exquisito. Los arqueros puedan intuir que lo va a pasar, pero la pelota tiene tan buen efecto y colocación que nunca llegan a ella.
Lentos rápidos
En el fútbol hay jugadores veloces, atletas como Aubameyang, Toloza o Bale. Pero hay otros, cuya velocidad solo tiene sentido en la conducción. Los ves sin balón y te parecen lentos, con él en los pies son Flash.
Cuando el ‘Poeta’ levanta la cabeza y decide arrancar, simplemente tiene una marcha más. Su aceleración en los primeros metros más su técnica genial para conducir lo hacen un jugador rapidísimo con el balón.
En los 100 metros planos, Isco pierde con Carvajal. Pero cuando prende la moto, sus primeros ocho metros son terribles; y como la lleva cocida al pie no queda de otra que bajarlo con una patada.
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Con la varita siempre
Por último, este es el rasgo que más los hermana. Son los jugadores que queremos ver. Los que pagan la boleta. En Palmaseca, sin un detalle del ‘Poeta’ la faena queda incompleta. Siempre estamos atentos a sus impulsos. Cuando hay balones divididos, ambos nos despiertan una repentina curiosidad. ¿Con qué van a salir? ¿Con cuál de sus trucos burlarán al rival? Son magos de circo. De eso se trata el fútbol.
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