Como la gravedad, la Ley del Ex es una verdad inexorable y el Real Madrid lo sabe mejor que nadie.
El Real Madrid es un club tan poderoso como soberbio. Floretino Pérez y Zidane aparte, el club ha sido capaz de darle la espalda a talentos superlativos como el de James, que incomprendidos tuvieron que decirle “no” al que es el sueño de uno de cada dos niños que nace en este planeta (la otra mitad quiere jugar en el Barcelona).
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La cosa es que, vaya uno a saber si por rabia o por dignidad, a los rechazados les encanta volver y descargarse en el Santiago Bernabéu. Esta semana el turno es para James, que jugando para el implacable Bayern, se reencontrará con el calvo y sus muchachos.
En el Madrid, el diez jugó 111 partidos, hizo 36 goles, dio 41 asistencias, ganó siete títulos y conquistó al Bernabéu. Números que enamoraron a la afición, pero no al entrenador. Números que hoy le dan morbo al reencuentro; y como la venganza se sirve fría, acá tres casos que deben ser inspiración para Jamesito:
Fernando Morientes (2004)
Esta es sangrienta. Para entender la magnitud del asunto hay que saber que Fernando tuvo una etapa gloriosa en el club: entre 1997 y 2003 hizo 97 goles y ganó 11 títulos, entre ellos tres Champions. Sin embargo, la llegada de Florentino a principio de siglo comenzó a enterrarlo. Para el Presi, Morientes no encajaba en su modelo galáctico.
En 2002 llegó el gordo Ronaldo y el ‘Moro’ perdió protagonismo. Un año más tarde, el club tomó la determinación de cederlo a un club de segunda categoría: el Mónaco. Bueno, pues resulta que lejos de parecer de segunda categoría ese Mónaco llegó a la final de la Champions.
En cuartos de final, claro, se tenían que cruzar con el Madrid. Los de blanco ganaron 4-2 en la ida y uno de esos dos lo hizo Fernando. La vuelta quedó 3-1 para los príncipes. Dos de Giuly y uno de Morientes, que con un cabezazo dejó sembrado a Casillas.
Avergonzados, Florentino y compañía lo recibieron al año siguiente. Pero ya no fue lo mismo.
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Robben
Arjen llegó en 2008 al Madrid. Ramón Calderón, el predecesor de la segunda etapa de Florentino, había prometido traer a Cristiano, pero le tocó conformarse con Robben y la afición no lo tomó bien. Luego, el vendaval de lesiones que sufrió en su primera temporada tampoco ayudó.
Sin embargo, lo que limpió al holandés no fue solamente su inestable forma física, también hubo política. A Robben lo sacaron por cargar la cruz del vergonzoso 2-6 del Barça al Madrid y del lamentable mandato de Don Ramón. Apenas volvió, Florentino quiso darle una nueva cara al club y por eso aceptó una vergonzosa oferta de 25 millones por él. Casi que lo forzaron a salir…
Lo que vino después es bien sabido. Arjen superó (hasta donde pudo) sus lesiones recurrentes y se volvió el capataz del Bayern. En la 2011/12 la Champions lo cruzó con el Madrid: 2-1 en Múnich y en la vuelta el Madrid se puso arriba con un doblete de CR7. De penal, Robben, que estaba fresco como una lechuga, hizo el 2-1 definitivo y forzó los penales.
Al final pasó el Bayern pasó a la final.
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Morata
La de Morata es la más dolorosa. Un golpe bajo, pues Álvaro es de la casa. Hizo todas las inferiores de blanco y a punta de registros goleadores de escándalo, llegó al primer equipo. Pero ser de la casa, parece, vale poco en el Madrid. Aunque hizo méritos para afianzarse, no pudo competir contra Benzema, el consentido de Florentino. Ay, siempre Florentino.
En 2014 la Juve lo compró por 20 millones y fue allí donde demostró que es un delantero de la racamandraca. Entre otras cosas, menos de un año después de que le dieran la espalda, él solo eliminó al Madrid en una semi de Champions. Fue un monumento a la venganza. En Italia la Juve ganó 2-1 con un gol suyo y otro de Tévez. En la vuelta, el Madrid arrancó ganando 1-0 y en el segundo tiempo Álvaro puso el 1-1 final.
Morata no celebró ninguno de los goles, pero ganas no le habrán faltado…
Luego, en en el 2016, Florentino, haciéndose el pendejo, lo recompró por 30 palos, no le dio los minutos que merecía y lo volvió a vender por 80. El tío Pérez será lo que sea, pero es un negociante de los feroces.
Que nuestro James se inspiré y demuestre, con goles, que también se equivocaron con él.
Termine con: James nos calló la jeta
Foto:
James: Futbolete
Morientes: Goal.com
Morata: The Sun