Vergüenza: ojalá el fútbol castigue a Francia

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Francia le falló a los hinchas. ¿Será que el fútbol lo va a castigar?

 

De Dinamarca se podía esperar. Es el equipo clasificado que más especula de este Mundial. Se siente bien tirado atrás, enclaustrado, jodiéndole la vida al rival y más na. Así que no fue sorpresivo ver a los de Eriksen, tranquilos, ver el tiempo correr. Para ellos, felices en su molde de equipo chico, estaba perfecto quedar segundos y evitar la sola posibilidad de verse con Argentina en octavos. Encima, los goles peruanos les valieron de seguro para, ni por el carajo, arriesgar. Ahí están, felices en su Mundial, con el deber cumplido de avanzar en grupos; bien por ellos, quizá es que no les da para más.

 

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Pero lo de Francia sí es molesto. No está bien que un equipo de su envergadura, en estas circusntancias, se preste a la especulación chimba y sin espíritu de hoy. Y no lo digo por los nombres, por los suplentes que Dechamps puso en cancha, no. Eso se entiende: es normal regular cargas, cuidar a los amonestados: en este torneo-infierno se vale calcular

 

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Es más, quizá eso sea lo peor. Haber tenido que fumarse a jugadores del talante de Dembelé, Lemar, N’ Zonzi y Sidibé –que se están jugando el puesto, hermano– empantanados y contagiados por el partido soso y cansino que propuso Dinamarca. Hoy a Francia le faltó rebeldía, riesgo y amor propio. Los equipos con el rótulo de favoritos no se pueden ver así. Así tengan el cupo asegurado. Así se les metan atrás.

 

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Así como hay formas dignas de despedirse del Mundial –léase Marruecos, Perú e Irán–, también hay formas de clasificar. Y cuando se trata de Francia – de esta Francia millonaria en talento y jugadores– es inadmisible darse la mano y jugar a no jugar. Es inadmisible, cobarde y fraudulento. Es afanar el espectáculo y darle la espalda al hincha (que a diferencia de los jugadores, paga estar en Rusia a cuotas que cuestan sangre).

 

Entonces, sí, nos unimos a los chiflidos al final del partido. Y esperamos, lo sentimos Mbappé, Griezmann y Kanté, que el fútbol les pase factura a Francia. Por fría. Por amarga. Por olvidarse del hincha.

 

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Foto:

Fifa.com


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