La ley islámica que podría afectar a Salah en la final de la Champions

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Los jugadores musulmanes del Liverpool jugarían la final de la Champions en el momento más inoportuno del año.

 

Mohammed Salah, estrella del Liverpool, como la inmensa mayoría de egipcios es musulmán. Por la manera como celebra varios de sus goles -postrado en el suelo arrodillado, simulando una oración silenciosa y besando la hierba- pensaríamos, además, que es muy devoto. Lo curioso es que uno de los pilares de su religión, el Islam, es un serio contratiempo para Klopp pensando en la final de la Champions.

 

El Islam tiene cinco pilares. El cuarto es el sawm o ayuno del mes del ramadán. El ramadán es el noveno mes del calendario musulmán, en el que los musulmanes, siguiendo el Corán, practican el ayuno diario desde el alba hasta la puesta del sol. Durante ese mes no pueden comer,  beber ni tener relaciones sexuales mientras el sol alumbra el día.

 

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El ramadán del 2018 inició el martes 15 de mayo y termina el jueves 14 de junio. La final de Kiev, entonces, tendrá lugar once días después de su inicio. Para los musulmanes que viven en el norte de Europa es especialmente difícil cumplir esta ley del Islam porque durante el verano el ocaso del sol es muy tarde. En Inglaterra, por ejemplo, en verano la noche inicia a las 9:30 pm.

 

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Foto: elpais.com Salah celebrando un gol con la Roma cómo si estuviera rezando.

 

Pensando en la preparación de la final de la Champions contra el Real Madrid, es imposible no pensar que la situación ha sido delicada para el Liverpool. Su mejor jugador ha preparado la final de su vida con ayunos de doce horas diarios. Esto para un futbolista de élite –como para cualquier mortal–  es un esfuerzo muy complicado que tiene repercusiones en  el cuerpo (y en la mente); ya Salah en una entrevista en el 2014, cuando jugaba en el Chelsea, contó lo que supone para él jugar durante el ramadán: “fue un poco difícil para mi porque teníamos dos sesiones de entrenamiento todos los días, hacía mucho calor y jugaba en todos los partidos”.

 

“Ni siquiera pude beber agua hasta las 9:30 pm. Cuando entrenas dos veces al día, tus niveles de energía caen en la segunda sesión, pero significa mucho para mi, así que estoy muy feliz y me siento bien”

 

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Como si fuera poco para Klopp, otro de sus consentidos,   Sadio Mané, también es un obediente de la ley y llegará a la final en las mismas condiciones que el Faraón.  El tercer jugador musulmán de la plantilla es Emre Can que está lesionado y no alcanzaría a llegar una hipotética final.

 

Foto: vavel.com


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