La opinión de los columnistas no necesariamente refleja la de Hablaelbalón.
“Como los Tres Leones enfrentan a la nación que le dio al mundo a Shakira, buen café y… eh… otras vainas… digamos… COCAÍNA”: palabras más, palabras menos, esa es la idea de la campaña inglesa que inundó las redes, horas antes del partido. ¡Vaya idiotas! Colombia podrá ser cocaína, sí, pues el pasado (y los lunares del presente) no se los negamos a nadie; pero Colombia es mucho más que eso, señores. Colombia es puros huevos y entrega; Colombia es el gol de Mina en el alargue; Colombia es un país de gente honrada, que los puso a temblar y –si no fuera por la suerte infame de los penales– un país que los hubiera puesto a llorar. A llorar porque los sacara un país lleno de “simios que viven en los árboles”. Ignorantes, están vivos de milagro.
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A lo mejor no van a tener tiempo de aquí al sábado –pues estarán ocupados ideándose una campaña mala leche para joder a los suecos, pues ese es su estilo–, pero cuando se queden por fuera del Mundial, deberían leer un poco. Aunque sea un poquito. Así no hacen un papelón, hablando de lo que no saben y pensando en juegos de palabras inútiles.
¿En serio? “Go Kane – Cocaine”… ese juego de palabras se le ocurre hasta a mi primita, que apenas está aprendiendo inglés.
Hablando de juegos de palabras, déjenme proponerles otros. Así pase por ingenuo. Por ejemplo: Colombia es una ‘Mina’ de fútbol y gente buena. O, qué tal, una más futbolera: en las ‘Arias’, cuando importa, no hay nadie que le gane a Colombia. O, inclusive, una que puede hacernos ver como resentidos: no hay nadie más ‘Cuadrado’ –cuadriculado, obtuso, rígido– que ustedes. O, la última, ya qué importa: son unas ‘Baccas’, todos ustedes; así se vieron durante la prórroga y los penales, como vacas de potrero que lo único que saben es poposearse del miedo.
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Si no les hemos respondido, no es por falta de ingenio. No. Todo lo contrario. Hicimos la vista gorda ante su campaña mala leche, porque decidimos concentrarnos en la pelota, que se supone que es lo único que importa. Y así deberíamos seguir, la verdad. Los que quedan mal son ustedes. Colombianos: no hay que inquietarse.
Es más: deberíamos estar tranquilos, nosotros, por lo que hicimos. Por haber dejado todo. Por haber gritado, con los huevos y el alma, el gol de Yerry. Por saber agradecer estos ocho años de buen fútbol. Por el Tigre, que hizo gol en un Mundial y casi se hace matar por nuestra camiseta. Por James, que se quedó en la tribuna y gritó y saltó y sufrió y lloró, como si fuera un hincha más. Por Juangui, que hizo lo que todos le pedíamos desde hace años. Por Quintero, que, así fuera un invitado de última hora, terminó siendo el mejor jugador de nuestro equipo. En fin. Tendríamos que estar tranquilos y sentirnos orgullosos de lo que somos.
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¿Se sienten orgullosos ustedes? Esa es la pregunta. ¿Se sienten orgullosos con su campaña ignorante y mala sangre? La verdad, a fin de cuentas, no importa. Lo que vale es que cada día que pasa somos más grandes. Y lo mejor: más grandes gracias a ustedes. Gracias a su campaña idiota, que, día a día, nos hacen valorar más lo que tenemos. Y, sobre todo, lo más importante: somos más grandes en el fútbol, que –aunque no nos premió hoy– nos deja la enseñanza de que con huevos, corazón y entrega, vamos a llegar a lo más alto. ¿Cuándo? Algún día. Pues, para que sepan, además de Shakira, buen café, cocaína y buen fútbol… también tenemos paciencia. Y algún día llegaremos. Hasta nunca, Inglaterra.
Foto:
colombian.com.co
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