Alberto Gamero, el mejor técnico del mundo

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No por nada el Deportes Tolima está en semis de la Liga Águila. Tienen un entrenador que convierte el barro en oro. Conózcalo acá.

 

Alberto Gamero es uno de los sabiondos y los patriarcas del FPC. Es un entrenador hecho a la medida de los equipos chicos. Con nóminas precarias, en potreros barriales y con el bolsillo apretado, logra hacer maravillas. Es un trabajador chapado a la antigua que sin embargo es puro conocimineto y que o le teme a los agrandados y a las figuritas. Y que los jugadores del común aprecian, pues los pone a jugar al mejor nivel.

 

Empezó desde abajo, como cualquier obrero, en la segunda del país. Primero dirigió al extinto Chía Fútbol Club y al Bogotá F.C, sin conseguir grandes éxitos. Luego alistó sus maletas y llegó a la fría ciudad de Tunja.

 

Gamero en Boyacá Chicó

 

El 8 de marzo de 2006 Alberto Gamero debutó como primer entrenador del Boyacá Chicó. Llegó al puesto en remplazo de Mario Vanemerack. Vivió ocho años en los predios de Eduardo Pimentel y los llevó de la miseria a la gloria en el 2008, en aquella memorable final contra América de Cali.

 

Durante su estadía en Boyacá, estuvo al mando en 15 torneos cortos. En fase todos contra todos dirigió  265 partidos, ganó 101, perdió 89 y empató 75: 385 puntos realizados reflejados en un  rendimiento del 48 por ciento. Lo lindo está en que se clasificó a los cuadrangulres 7 veces, algo más que rescatable si se tiene en cuenta que siempre contó con equipos realmente cortos y modestos.

 

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Qué linda era esta nómina con Miguel Caneo, Edwin Móvil y ‘El Indio’ Jhonny Ramirez. Foto: EL ESPECTADOR.

 

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Gamero en Itagüí

 

Su estilo europeizado –como él mismo lo define- lo llevó al Itagüí F.C (hoy Rionegro Águilas), otro pobretón del fútbol colombiano. Allí se bajó del avión y de inmediato puso la casa en orden. Los clasificó a los cuartos de final y estuvo a nada de sacar al Junior en Barranquilla. Luego de un mar de problemas directivos que no tenían nada que ver con él, Gamero terminó saliendo del equipo paisa.

 

En Itagüí se fue con un saldo de 8 partidos ganados, 5 empatados y 7 perdidos en el todos contra todos. En total, consiguió 29 puntos y tuvo un rendimiento del 48 %.

 

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Los crespos del profe siempre son un deleite en las finales de la Liga. Foto: Antena 2

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Gamero en el Tolima

 

Al verlo desempleado, el senador Camargo no dudó ni un segundo en darle la dirección técnica del Deportes Tolima en el Apertura del 2014. En Ibagué, con su costeñol volvió a dejar claro desde el comienzo que era el gran jefe y empezó a mostrar resultados. No alcanzó siquiera a amoblar su apartamento cuando ya estaba levantando el título de la Copa Águila. Y por si fuera poco, ¡los metió hasta los cuartos de final! Donde quedó eliminado contra Junior.

 

Los siguientes años fueron más de lo mismo. Acostumbró a los hinchas tolimenses y al senador a codearse con los grandes. Dirigió al equipo en cuatro ligas más, de las cuales en tres clasificó a tres play-offs y quedó subcampeón de Liga 2016-2. De los 98 partidos que jugó en el todos contratodos ganó 41, empató 30 y perdió 27.  Se fue con un rendimiento del 52 %.

 

A finales del 2016, mientras coqueteaba con la segunda estrella de los pijaos, recibió una oferta del equipo rey de su tierra y aceptó.

 

Con Andrés Ibagüen, Wilmar Barrios y Macalister Silva, el sonero dio clases a sus rivales en la Copa Postobón. Foto: ComuTricolor

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Gamero en el Junior

 

En toda novela hay un capítulo sombrío que intenta acabar con el protagonista de la historia. Eso fue el Junior para la hoja de vida del ‘Sonero’ Gamero. Lo anunciaron como el mismísimo Rey Midas que, por fin, sacaría provecho de la mina (billetera) de los Char. ¿Qué paso? Ni mondá: en Libertadores se quedó afuera en las fases previa y en la Liga sólo hizo 6 puntos de 24 posibles.

 

Sin siquiera haber jugado la mitad de la primera liga del 2017, los Char lo sacaron a patadas del club barranquillero.

 

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A todas las ciudades a donde ha ido ha enseñado a querer al balón, a protegerlo y saborearlo. Foto: El Universal.

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El renacer en Deportes Tolima, su casa

 

En Agosto del 2017, el senador Camargo despidió al ‘Cheché’ Hernández por malos resultados y rescató a Gamero del desempleo, nuevamente. El profe recibió al equipo en el puesto 14 con 11 puntos, después de nueve fechas disputadas. Y volvió a ser el mismo de siempre. Montó al equipo hasta la quinta posición y se metió en las finales. No contento con esto elliminó a Nacional, el favorito, y cayó honradamente en semifinales con Santa Fe (que era una banda).

 

Hoy, a dos pasos de jugar una nueva final de Liga, el míster tiene a toda una ciudad soñando.El  ‘Tolimita’ se clasificó de tercero, haciendo muchos goles y honrando el espectáculo.

 

¿Sus números en su regreso? Esta ha sido la mejor etapa del Sonero. ha dirigido 29 partidos de los cuales ganó 15, empató 10 y perdió 4 –¡4!-. Su rendimiento es de un emocionante 63%. 

 

Conclusión

Lo conseguido por  Gamero –casi siempre con nominas muy limitadas– es una cosa de locos.  En doce años dirigiendo en Colombia, ha clasificado a cuartos en catorce ocasiones. Se las sabe todas. La verdad, como futboleros, es difícil no simpatizar con el profe y hacerle fuerza para que consiga la segunda estrella del Tolima en su historia. Y nos vuelva a recordar que los equipos chicos también pueden soñar en grande, como el Boyacá Chicó en 2008. Con Gamero –como diría Fajardo– Se Puede. 

 

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No sería ninguna sorpresa que la historia se vuelva a repetir. Foto: AS Colombia.

Foto:

El Rincon del Vinotinto 


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