Alexis en tres fotografías

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La Premier League ha permitido certificar lo que anteriormente solo las retinas agudas habían advertido: que hablar de Alexis es hablar de uno de los mejores del mundo. Quisimos ahondar en tres momentos de la carrera del tocopillano. Tres fotografías que descubren a un futbolista fuera de serie.

 

Es difícil detenerse a analizar todas las temporadas y los momentos de un jugador que ha dejado huella en tantos sitios. Alexis fue un precoz descubrimiento en Cobreloa, protagonista de un Colo-Colo multicampeón, puso de pie al Monumental en el River campeón de Simeone, fue estrella del Udinese y mejor jugador del Calcio, perteneció al Pep-Team  y ahora tiene al Emirates rendido a sus pies. Por eso nos detendremos en tres momentos de su carrera para armar el rompecabezas de su juego: el extremo del Barcelona, el falso nueve del Arsenal y el delantero con libertad en la Chile de Sampaoli.

 

La selección es arbitraria pero obedece a un ejercicio lógico. El primer momento hace posible que el segundo sea mejor, y el tercero es fruto de los dos anteriores. La carrera y el juego de Alexis son una historia de permanente progreso y superación.

 

El Extremo del Barcelona

Alexis llegó en verano del 2011 al Camp Nou. Estuvo tres temporadas en las que jugó 141 partidos y marcó 47 goles. Tuvo un promedio de .33 goles por partido y de 47 juegos por temporada. Números buenos, sobre todo teniendo en cuenta algo que poca gente en Barcelona entendió: Alexis no es un goleador.

 

Mas allá del debate estadístico, lo interesante fue lo que Alexis le aportó al Barca y lo que aprendió e incorporó a su juego. En Barcelona tuvo tres entrenadores, Guardiola, Tito y Martino. Con los tres fue extremo por izquierda en un 4-3-3. Eran aquellos años en los que el Barca jugaba ortodoxamente con extremos muy abiertos.

 

Lejos de tener la libertad de la que gozan Messi y Neymar, el chileno tenía instrucciones tácticas precisas: ayudar y relevar a su lateral (Abidal o Alba), pegarse a su raya cuando el balón estaba en la banda contraria, presionar enérgicamente tras la perdida. Ser el Barca de ¾ para atrás, y después, en el último cuarto de cancha, ser él mismo, inventar.

 

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Alexis jugó junto a Messi durante tres temporadas como extremo por izquierda. Foto: espncdn.com

 

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El 8 de octubre del 2013, con buen tino, el periodista Sergio Pinto describió la labor de Alexis. El chileno estaba peleado con el gol y esa noche marcó: “Porque un gol lo cambia todo. Empaña ciertos defectos, amotina los elogios y sirve de digestivo natural para una noche atípica. El juego sin balón, el despliegue físico, la presión, el arrastre de contrarios, el ancla en el Mar de los Sargazos, la generosidad, solo adquieren sentido si la pelota besa la red y el ‘9’ alza los brazos”.

 

Además del derroche físico y la disciplina táctica, para Alexis fue muy enriquecedor jugar al lado de Messi e incorporar el lenguaje del Barca. Alexis aprendió a elegir mejor las zonas para gambetear, aprendió a triangular con más sentido, a encontrar al hombre libre. Aprendió que guardando su posición, el balón le llega en mejores condiciones. Alexis depuró y enriqueció su entendimiento del juego. El juego de posición es una escuela de vida para cualquier jugador. De eso no hay duda.

 

Si bien jugar al lado de Messi condicionó a Alexis, pues la presencia del ’10’ es magnética y para todos es (tiene que ser) opción prioritaria de pase, también esto enriqueció el juego del chileno. A su lado Alexis pulió los desmarques, las paredes, el juego en corto; aprendió a ser como un parabrisas, a limpiar rivales mientras Leo encaraba a portería. En el Barca, el ‘Niño maravilla’ fue llenando, poco a poco, el álbum de virtudes.

 

El Falso nueve del Arsenal

En verano del 2014 el Arsenal fichó a un jugador más compelto que aquel que había llegado al Camp Nou. El ‘Profesor’ por fin se atrevió a gastar plata para darle jerarquía a un equipo que hace años sabe jugar pero no ganar. Junto a Alexis llegó también Özil.

 

Desde entonces han pasado dos temporadas y media en las que Alexis ha marcado 59 goles en 122 partidos. Su versión más interesante, sin embargo, fue la del segundo semestre de 2016 en la que jugó de falso nueve en el 4-2-3-1 de Wenger. Tras el fracaso de la eterna promesa incumplida de traer a un nueve de quilates, la lesión de Giroud en la Eurocopa y la lesión de Welbeck, Wenger optó por jugar con Alexis en punta por delante de Walcott, Iwobi y Özil.

 

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A diferencia de su primera temporada, en la que fue un bombero solitario, en esta nueva posición Alexis ayudó a construir una versión más coral del equipo. Dejó de ser el salvador individual y se hizo parte del engranaje colectivo. Sacando provecho de su excepcional juego de espaldas –una de sus grandes virtudes– el equipo logró potenciar la aparición anárquica de los volantes llegadores. Mientras Alexis recibe y temporiza, permite que los volantes de segunda línea aparezcan, ocupen su zona y desorienten a los marcadores. Esporádicamente, gracias a su potencia, también es capaz de girar sobre su propio eje y gambetear.  En palabras de Wenger:  Alexis ha crecido mucho como centro delantero, porque encontró una buena mezcla entre jugar corto y aparecer desde atrás. Tiene libertad y por el medio aprovecha mejor su técnica en espacios cortos”.

 

 

 

Llevo dos años diciendo que Alexis podría jugar en punta. Ya lo hizo con Chile, por lo que no es algo nuevo para él. La manera en que presiona, la forma en que se mueve, la visión de juego que tiene… crea muchos espacios para Özil. De ahí que Mesut marque tantos goles

Thierry Henry

 

Una teoría es que esta versión integral de Alexis no hubiera tenido un vuelo tan alto sin aquellas tres temporadas en el Barcelona. Unas declaraciones suyas en una entrevista para la página del Arsenal en noviembre del 2016 son reveladoras: ¿Mi referencia como centrodelantero? Creo que Messi. Me gustaba cuando se recogía y los otros jugadores le pasaban por las bandas, ya que dejaba que otros pasaran delante de él, como pasó con Jordi Alba, Dani Alves y conmigo cuando estuve allá.

 

El delantero libre de Chile

El ‘Niño maravilla’ ha tenido cinco seleccionadores en Chile. Pero con Sampaoli su juego y el de la selección tocó techo. Respetando el legado bielsista y aportándole su impronta, Sampaoli construyó un equipo memorable.

 

En la Copa América 2015 de Chile Jorge usó un 3-4-1-2 con centrales bajitos y dúctiles, carrileros largos, volantes llegadores, un volante de creación y dos delanteros –uno de ellos Alexis– con libertad para jugar por todo el frente de ataque.

 

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Ese modelo de juego ofensivo flexible y versátil permitió potenciar todas las virtudes de Alexis. Los jugadores que fue, desde el niño de Cobreloa hasta el adulto del Arsenal, a todos los pudo expresar en un solo jugador. Pudo jugar de espaldas para temporizar y esperar a que Vidal, Valdivia, Isla y Aránguiz pisaran el área. Pudo, también, como el extremo de antaño, pegársele a un lateral para desbordarlo todo el partido. A veces fue media punta, en otras fue referencia de área.

 

La riqueza conceptual que Sampaoli le inyectó a ese equipo fue un escenario de posibilidades ilimitadas para el juego del delantero. Con Eduardo Vargas se han potenciado y han hecho una pareja de ataque espectacular. Sampaoli nos lo cuenta así: “el entrenador debe tener la sensibilidad de saber quién complementa con quién. A Luis Enrique por ahí le tocó la lotería, como me pasó a mí con Eduardo Vargas y Sánchez, que jugaban de memoria sin conocerse. Tuve esa suerte. Llevaban dos días juntos y se sabían los movimientos el uno del otro”

 

Foto:

as.com


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