La primera vez que Venezuela intentó ir a un Mundial de fútbol fue en el año 1965, en las Eliminatorias para el Mundial de México 70. Desde ese año hasta el año 2000 “La Vinotinto” sólo logró ganar en dos ocasiones y se cansó de comerse goles y más goles. Jugar contra Venezuela era jugar contra “La Cenicienta de América” y casi dar por hecho una goleada a favor. Sin embargo, desde el año 2000, Venezuela se decidió a contar otra historia, le ha ganado a todos al menos una vez y aunque sigue sin saber qué es un Mundial de fútbol, enfrentarla es ahora un fuerte dolor de cabeza.
La Selección Colombia ha sabido sufrir el crecimiento del fútbol venezolano y resulta necio mirarla por encima del hombro. Este análisis le traerá a la memoria lo que han sido las batallas entre ambas selecciones desde el año 2000, para terminar mostrándole a la Venezuela que Colombia enfrentará el próximo jueves.
Eliminatoria Corea y Japón 2002:
Para buscar ir al Mundial de Corea y Japón, tras el escandaloso 9-0 propinado por Brasil en el torneo Preolímpico para los Sidney 2000, Javier Álvarez le tuvo que ceder el puesto de seleccionador nacional a Augusto ‘El Chiqui’ García.
Sólo Freddy Rincón y Asprilla, ambos en su ocaso, fueron los sobrevivientes de la generación que en el 94′ sorprendió al mundo. Con renovación total, esta fue una selección con muchos cambios, que tuvo como banderas a Óscar e Iván Ramiro Córdoba, a Juan Pablo Ángel, a Yepes y al ‘Tigre’ Castillo. En la primera ronda del todos contra todos, aunque con irregularidad, Colombia logró 14 puntos (a Venezuela le ganó 3-0). En la segunda ronda siguió su rumbo intermitente, perdió con Brasil y le ganó a Bolivia. Visitaba a Venezuela en San Cristóbal y después jugaba con Argentina, era el momento clave para asentarse en el bus de los clasificados o empezar a olvidarse del sueño asiático; a Venezuela le debía ganar. ¿Qué ocurrió contra “La Cenicienta”?
Después de este empate, vino la derrota contra Argentina y la salida de Augusto García.
Eliminatoria Alemania 2006
‘Pacho’ Maturana, el sucesor de García, a pesar de no clasificar al mundial de Japón -por haber conseguido la Copa América- fue mantenido en el cargo y hacía pensar que Colombia estaba para clasificarse a Alemania. A la selección de Iván Ramiro y Yepes, de Bedoya, Giovanni Hernández, ‘Totono” Grisales’ y Juan Pablo Ángel la realidad la cacheteó de entrada cuando Brasil le ganó en el debut de local por 2 a 1 y Bolivia le humilló 4-0 en la paz. Otra vez la doble fecha contra Venezuela y Argentina se mostraba fundamental para retomar el rumbo. La situación era clara y contundente: cualquier cosa diferente al triunfo contra Venezuela, aquel 15 de Septiembre de 2003 en El Metropolitano sería el final de Maturana. Apoyados en la historia, los colombianos daban por sentado los tres puntos contra los vecinos de vinotinto. ¿Se cumplió su predicción?
Otra vez, tras una derrota contra Venezuela, un técnico abandonaba la Selección Colombia y otro ciclo se terminaba prematuramente.
Eliminatorias Sudafrica 2010
El equipo para ir a Sudafrica -que primero dirigió Pinto y después Lara- se escribía con nombres cargados de esperanza: Guarín, Falcao, Teófilo, Carlos Sánchez, ‘Gio’ Moreno y Abel Aguilar, entre otros. En la primera vuelta, de local, sudó sangre para ganarle 1-0 a Venezuela y en la vuelta, tras ganarle a Bolivia, hacía cuentas alegres con la vinotinto, que la recibía en Puerto Ordaz. Esto fue lo que ocurrió:
Juan Arango fue el mismísimo demonio para Colombia. Ese año, a Colombia le volvió a faltar un punto para ir al Mundial (como en 2006). Al preguntarse en dónde se quedó ese punto, muchos responderían que en Puerto Ordaz.
Eliminatoria Brasil 2014:
Debe estar fresco en la memoria el equipo colombiano que jugó las eliminatorias para Brasil. James, Cuadrado, Teófilo, Falcao, Bacca, Jackson, Guarín, todos en momentos dulces, conformaron un equipo que hizo parar de la silla. Sin embargo, Colombia también supo pasarla mal. ¿Cuál fue su peor momento? En noviembre de 2011, cuando debía sí o sí ganarle a Venezuela en El Metropolitano y esto ocurrió:
El empate quebró la figura de Leonel Álvarez y llenó de dudas a la afición y al equipo. Otra vez, Venezuela fue la zancadilla que terminó por derrumbar un cuerpo técnico, que tras perder contra Argentina en la siguiente fecha tuvo que decir adiós. Pero ‘La Vinotinto’ no quedaría contenta con la zancadilla de la primera ronda; luego, contra un eufórico equipo comandado por Pékerman, el 7 de Junio, le volvió a ganar:
El lector que llegó hasta acá ya se lo debe pensar dos veces antes de tomar los puntos contra Venezuela por sentados. Y es que quizá haya sido ese un factor decisivo a la hora de enfrentarlos: la idea arrogante de los colombianos -incluidos jugadores- de saberse superiores a un equipo que no se ha cansado de hacerle zancadilla. Como el futbolero es un animal que suele tropezarse dos y tres veces con la misma piedra (o pierna, más bien), antes de que se anime a subestimar a Venezuela -hoy último en la tabla-, le traemos el análisis de sus virtudes y fortalezas.
Venezuela vs Colombia
La Venezuela de Dudamel, que asumió para la Copa América, en poco tiempo cuenta con una virtud competitiva: si no tiene problemas físicos, el ex arquero casi que recita su equipo de memoria. Mañana contra Colombia volverá a plantar el 4-4-2 con el que supo soñar en la Copa América.
En defensa, Vizcarrondo y Ángel serán los centrales, Fletscher será el lateral izquierdo y Roberto Rosales hará de lateral derecho.
Colombia debe tener claro que los grandes dolores de cabeza de la selección de Dudamel vienen cuando le explotan el juego interior. Aunque Vizcarrondo es un central respetado, que va muy bien por arriba, es el hombre para buscar mano a mano, la espalda a filtrar. Wilker Ángel, su pareja, es el joven de la fórmula, el encargado de salir a romper y anticipar. Cuando en la pasada Copa América a Venezuela lo pelotearon (como Uruguay) Ángel se cansó de anticipar y a Vizcarrondo se le vio rocoso. Pero cuando lo asfixiaron y le buscaron el pie, como Argentina, sufrió siempre. Colombia debe aprovechar que Venezuela no tiene un central clase A, hacérselo saber presionándole alto, robándole el primer pase y buscándole el uno contra uno.
Tanto Rosales (dueño de la titular del Málaga) como Fletscher (habitual titular del Getafe) son dos laterales que juegan a nivel europeo. Buenos con el balón al pie, rápidos, inteligentes y bravos en el uno contra uno. Es un punto alto de la selección de Dudamel, pues Colombia confía mucho en su desequilibrio por las bandas y tendrá que tener a sus ofensivos en una buena tarde para encontrar fisuras en los laterales venezolanos. Sin embargo, debido a la urgencia que tiene Dudamel, seguramente sus laterales tendrán más vocación ofensiva que de costumbre. Ambos saben desprenderse, así que veremos un partido con lindos duelos por las bandas y con espacios a explotar a las espaldas de los laterales visitantes.
En la mitad Venezuela juega con dos volantes centrales y dos volantes mixtos. Rincón, el mejor jugador de la selección, es el box to box cerebral que todos quieren tener. Dueño de la titular en el Génova, el capitán se asegurará de dar batalla en la mitad. Venezuela se hace fuerte cuando Rincón logra mandar, controlar los tiempos y la intensidad del equipo. Si Colombia logra anularle, romperá el principal canal de comunicación entre defensa ataque, pues Figuera, el segundo pivote, es el clásico actor de reparto.
Cuando no es Rincón el que dirige al equipo, el organizador ha sido Alejandro Guerra. A falta de Juan Arango, “El Lobito” se ha hecho el lanzador de esta selección. Mañana Venezuela extrañará su inteligencia y último pase. Además, gracias a su inteligencia posicional e intuición en marca, la banda derecha de Venezuela se ha caracterizado por su equilibrio. Para remplazarle, seguramente aparecerá Juan Pablo Añor, que se había consolidado en el puesto con San Vicente. Con él en cancha Venezuela buscará menos juego interior y se propondrá ensanchar la cancha.
Por la izquierda estará Peñaranda. La joya de 19 años del Watford -actualmente en el Udinese- se destapó en la Copa América como el nuevo diamante de su país. Éste si es un mixto de puro despliegue, un jugador torpedo. Su tándem con Fletscher configura una banda izquierda vertiginosa y ambiciosa. Será también la banda a explotar por Colombia, pues Peñaranda no puede esconder su vocación defensiva y mañana será el volante con más libertad e instrucción ofensiva. .
Arriba, Salomón Rondón y Josef Martínez cierran un ataque poderoso. Rondón, si está dulce, es de los 9 de área que da gusto ver: fortísimo en el juego aéreo, con buena media distancia, venenoso en el área, sagaz para tirarse a las bandas, aguerrido y eficaz. Colombia debe saber que Rondón necesita de poco para hacer mucho. Como lobo solitario arriba, hizo el gol con el que le ganó la última vez, y uno de los dos goles del empate que hizo salir a Leonel Álvarez. Josef Martínez es un buen segundo delantero, culebrero, al que le gusta llegar de atrás. Se ha hecho importante en el Torino, cerrando una dupla ofensiva de nivel Europa. En la Copa América, lo vimos obligado a pasar la línea de la pelota, pero mañana seguramente tendrá menos responsabilidad defensiva.
Es un lugar común decir que en el fútbol cualquier cosa puede pasar, y mañana Colombia puede terminarle definitivamente el sueño mundialista a Venezuela. Sin embargo, si me tocará apostar, lo pensaría dos veces. Esta Venezuela no es la de antaño, ocho de sus titulares juegan en Europa, vive sin complejos. En todo caso, de apostarle a Colombia, lo haría en silencio, pues algo en mi conciencia grita que Venezuela más que Cenicienta se sabe verdugo.
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