Con la llegada de Edwin Cardona queda claro que el plan “Reconquista de América” de Boca pasa por el protagonismo de los colombianos. Este es el equipazo que Guillermo puede armar con ellos.
Dieciséis años después, Boca vuelve a ser el “Boca de los colombianos”. Como Jesucristo partió la historia de la Biblia, la historia del Xeneixe se divide en un antes y un después del Boca de Bianchi. Es así. Por las grietas de la memoria de un bostero podrá escaparse cualquier cosa menos las hazañas de ese equipo. En él, Cordoba, Serna y Bermúdez se hicieron gigantes. Fueron fundamentales. Junto a Román, eran la columna vertebral.
Desde entonces, el futbolista colombiano entra al Mundo Boca con puntos dorados en el pasaporte. Guillermo fue pieza clave del Boca bicampeón de América, no deber ser casualidad que para su nuevo proyecto confíe en cuatro compatriotas del ‘Patrón’ Bermúdez. Además, en Argentina el jugador colombiano goza de un prestigio y un respeto especial.
Cardona llega en un momento en el que ganar la Copa es un mandato popular. Desde hace unos meses, la Copa Libertadores se volvió la gran obsesión del club. Ya se cumplieron diez años de la última Copa y los recientes éxitos internacionales de River son una presión indisimulable. La ‘Banda’ tiene pie y medio en cuartos de final de la presente Libertadores y, con los grandísimos refuerzos (Scocco, Enzo Pérez, Pinola y Luz) que hizo, es el gran favorito al título.
Por eso, Angelici y Guillermo, desde ya, están pensando en construir un equipo para ganar la Copa Libertadores 2018. Esa es la apuesta. Y con esa premisa, Boca está dando los pasos necesarios para confeccionar un verdadero equipazo.
En este contexto especial, Fabra, Wilmar Barrios, Sebastián Pérez y Edwin Cardona lucharán por ganarse un lugar en el once. Sin embargo, la situación de los cuatro no es la misma. A continuación se analizará el caso de cada uno, y después se propondrá un once consecuente con las herramientas con las que dispone el entrenador.
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El Boca campeón
Sería un error definir en una sola idea la esencia de este Boca que viene de ganar el primer torneo con el formato de 30 equipos. El torneo fue larguísimo, tuvo pausas largas, y Boca sufrió cambios abruptos. En la primera parte del torneo fue el Boca de Tévez, en la segunda parte, el Boca de Gago y finalmente dio la vuelta olímpica siendo el Boca de Barrios y Benedetto.
Pero sí hubo un concepto que fue transversal a estos “tres equipos”: un 4-3-3 muy ofensivo, con mucho volumen de ataque. En esa insistencia, el entrenador cometió errores graves y perdió puntos por esperar respuestas específicas de jugadores que no estaban en capacidad de darlas.
En diciembre, Boca le llevaba once puntos a River y parecía imposible que alguien le sacara el título. Pero el Superclásico en La Bombonera fue un punto de inflexión. River goleó con autoridad y dejó en evidencia las grietas que hace varias semanas venía mostrando, y que el entrenador había sido incapaz de corregir.
Primero, Gago no debe ser mediocentro. No tiene la capacidad para hacer coberturas y relevos en un equipo que es tan ofensivo. Segundo, Betancourt hace tiempo que no tenía nivel para ser titular, igual que Insaurralde y Peruzzi. Tercero, era inevitable que un equipo con tres delanteros, laterales de mucha salida (Fabra y Peruzzi) y volantes de vocación ofensiva no terminara partido y lleno de agujeros.
Cuando River quedó a cuatro puntos, Guillermo corrigió varias cosas: Silva jugó por Fabra, Barrios se hizo dueño del mediocentro mientras que Betancourt, Insaurralde y Peruzzi salieron del once. El 4-3-3 se mantuvo y el equipo sobrevivió las últimas seis fechas gracias a los goles de Benedetto y al equilibrio defensivo aportó Barrios. Al final fue justo campeón, pero sufrió mucho más de lo necesario.
El Caso Fabra
El lateral izquierdo tiene unas condiciones espectaculares. Boca ha sido un trampolín que potenció sus cualidades. A pesar de haber sido uno de los sacrificados tras la derrota en el Superclásico, el Diario Olé lo eligió dentro del once ideal del torneo. Jugó 20 partidos y marcó un gol.
Es un jugador rápido y muy potente que un desparpajo y un atrevimiento para atacar que se ven muy poco en los laterales del fútbol argentino. Una de las mejores cosas de su repertorio es la lucidez que ha adquirido para decidir en los últimos metros.
Es cierto que Silva terminó en la foto del equipo campeón. Sin embargo, el verano es largo y habrá muchas bajas y altas. Se está construyendo un nuevo Boca y Fabra tiene todas las condiciones para ser el dueño del puesto.
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El Caso Sebastián Pérez
Su situación es diferente. Jugó poco desde que llegó, tuvo dos partidos muy buenos reemplazando a Gago en los que Guillermo buscó que el colombiano supliera ese gran pase entre líneas que tiene ‘Pintita’. Después, tuvo dos muy malos en La Bombonera. Él mismo lo reconoció.
Infortunadamente, el 6 de abril, en un entrenamiento, tuvo una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Según los plazos, a principios de octubre podría volver a jugar.
El Caso Wilmar Barrios
Habría que esculcar muy bien en la historia de Boca para encontrar un jugador —aparte de Riquelme— que haya conquistado tan rápido el corazón de La Bombonera. Alguno pensará que se apresuran. Pero no. Lo que Barrios transmite es algo que está en la memoria genética de este club. En La Bombonera, más que en otra cancha de la Argentina, la entrega trae recompensa.
Antes del Superclásico, Barrios jugó algunos partidos a buen nivel y el periodismo empezó a reconocer el jugador que es. Pero cuando el entrenador tuvo a todo su mediocampo disponible, es decir, a Pablo Pérez, Gago y Betancourt, Barrios tuvo que ir al banco.
Cuando River ganó un partido aplazado contra Tucumán, y quedó a un punto de Boca, todo eran nervios en La Boca. Entonces, el equipo recibía a un muy buen Independiente en La Bombonera. Guillermo apostó por un medio con Barrios, Pérez y Gago. Boca ganó 3-0, Barrios la rompió y en una voz compacta, entrañable, todo el estadio cantó: “oleeeeee, negrooooo”.
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Barrios terminó a un nivel altísimo el resto de los partidos. Su inclusión en el once titular fue clave para ganar el título. Todo el mundo lo reconoce. Será dificilísimo quitarle la titular en este semestre.
El Caso Cardona
La llegada de mediapunta puede esconder una declaración de intenciones del entrenador. Podemos intuir una importante modificación en la estructura del equipo.
Si bien Cardona juega de extremo por izquierda en el 4-2-3-1 de Pékerman, no lo imaginamos haciendo el rol de Centurión todas las semanas en Boca. Poner a Cardona sobre la raya en un rol de velocista es cortarle las alas.
Con un Pavón que se consagró como jugador desequilibrante y un Benedetto intratable en el área, Guillermo puede estar ideando un 4-2-3-1 con Cardona detrás del punta. Dependerá del ‘Gordo’ convencer al entrenador para que cambie el dibujo con el que salió campeón.
Posible Boca pre-Libertadores
Teniendo en cuenta lo discutido en el texto, la ruta del Boca campeón, el rol de Fabra y Barrios, la llegada de Cardona y otros refuerzos, nos atrevemos a proponerle un once a Guillermo: un 4-2-3-1 con todo el talento y las variantes para reconquistar América.
Agustín Rossi; Frank Fabra, Lisandro Magallán, Pablo Goltz, Leandro Jara; Wilmar Barrios, Gago; Cristian Pavón, Edwin Cardona, Ricardo Centurión; y Dario Benedetto. ¿Qué opinas, ‘Mellizo’?
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Foto: clarin.com