Paraguay le robó los tres puntos a Colombia en cuatro minutos. Falló el que nunca falla. Nos jugamos la vida en Lima.
Carlos Sánchez: el reloj de Colombia
Otro partido monumental de este jugador con la camiseta de Colombia. No hay ningún jugador que crezca tanto cuando lo llama Pékerman. Su entrega siempre es total. Nadie podrá decir lo contrario. Lo asombroso es que rinda a un nivel tan alto siempre.
Paraguay propuso un juego muy combativo y agresivo en la mitad. Y en medio del barro y los hachazos Sánchez igual mandó. Siempre atento a los cortes, los anticipos y relevos. Escudero de los laterales y extremos. Puntual para todo. Es el reloj de este equipo. En ataque y en defensa. Estuvo inmenso en los duelos individuales, recurrió poco a las faltas sí mucho a su talento defensivo para interpretar las decisiones del rival.
En los primeros quince minutos le costó mucho a Colombia salir jugando y superar la presión del rival. Pero llegando al minuto 20 el equipo ganó un par de faltas, y con el juego sencillo, intuitivo y simple de Sánchez a uno y dos toques Colombia empezó a acomodarse en el partido. Inteligentísimo para entender lo que pide cada jugada. Hoy en día es el eje de esta Selección.
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20 minutos para enmarcar
La primera mitad del segundo tiempo fue fabulosa. El equipo recuperó en campo contrario. Sánchez y Aguilar muy puntuales en los relevos. Fabra y Arias infatigables. Lo de Arias merece mención especial. Lleva dos partidos inmensos (Brasil y Paraguay). Fue opción en ataque hasta el minuto 92. Si Cuadrado jugó mejor este partido es porque tuvo un escudero que siempre le dejaba un rival a raya o se ofrecía como descarga. En marca estuvo impecable. No perdió duelos ni regaló su espalda.
Cardona siguió con el ímpetu del primer tiempo. Cuadrado creció y estuvo más lucido. Zapata y Davinson ganaron los duelos individuales. Colectivamente fue uno de los mejores momentos de la eliminatoria. El único que estuvo en otra sintonía fue James. Pero igual en esos 20 minutos dejó detalles que aportaban al ritmo de juego que imponía Colombia.
El gol de Falcao no fue en el mejor momento del partido de Colombia, pero fue reflejo de lo que el equipo mostró en términos generales en la segunda parte.
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Perdimos en la ruleta rusa
Falló el que siempre nos salva. Cierto. Desconcierta que Ospina haya fallado dos veces en cuatro minutos. Pero Pékerman también falló. Hoy pasó como cuando se va al casino y se gana mucho. Después, al perder, también se pierde mucho. . Pékerman apostó y perdió. Dspués del gol de Falcao Paraguay quemó las naves, partió el equipo y propuso un partido golpe por golpe. Frenético. Sin medio campo.
José optó por mantener el esquema, seguir atacando y esperar la puntilla final antes de recatarse. Colombia estuvo muy cerca de cerrar el partido. Erró tres goles claros. Pero en ese camino el entrenador debilitó el medio campo. Sin Cuadrado y sin Aguilar el equipo se partió y entró a jugar golpe a golpe.
Ospina falló, sí. Pero atacando con cinco hombres en el minuto 92 permitimos que el boomerang golpeara fuerte. Como dice Pep, cuanto más rápido viaja el balón, más rápido regresa. Fabra tuvo el centre de la victoria al 92, también falló. Paraguay atacó con ocho, le dejamos espacios y le dimos la chance de atacar con peligro.
Es muy fácil hablar con el diario del lunes. Pero fuimos garosos. James, de mal partido, podía salir por Barrios y así jugar esos últimos siete minutos con tres volantes de contención. Fortaleciendo la zona de rebotes y sellando los caminos para contragolpear. Arriba quedaban Chará, Falcao y Teo. Don José jugó a la ruleta rusa y perdió. Muchas veces ha ganado. Pero esta vez perdió doble.
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Foto: antena2.com.co