El Real Madrid tuvo una oportunidad que difícilmente tendrá próximamente: con sus propias manos pudo matar al Barca. Asestarle un golpe definitivo y resquebrajar todos los cimientos en can Barca. Muchos hablan de fin de ciclo, pero Messi se niega a darles la razón.
Claro que hay liga. Y mucha. Principalmente porque Messi así lo ha querido. Bueno, y Ter Stegen. Con su reflejos y su valor para salir a cortar balones el alemán sostuvo al equipo cuando el Madrid jugaba mejor. Por el lado blanco, mucho podrán reprocharse. No por entrega o por juego, pues vimos a un Madrid que cuando aprieta el acelerador se lleva por delante lo que sea. Sino por jugadas puntuales que son muy evitables. Zidane, falló alineando a un jugador como Bale cuyo estado de forma es muy lejano al de trenes como Marcelo y Casemiro. La roja de Ramos es impropia de un jugador de sus quilates. No puede entrar de esa manera.
Más allá de los matices tácticos, estratégicos y emocionales, vimos un partido que nos agarro del cuello desde el primer minuto, y no nos soltó hasta aquel zurdazo eléctrico en el minuto 92. Hace tiempo no veíamos un clásico de ese vuelo. Dos equipos que se jugaban mucho, pero que salieron a ganar. 22 mentes pensando en atacar y en entregarse a la causa. Que señor partido, que espectáculo fue este clásico. El que ama este juego se va con la barriga llena a la cama.
Alcácer de volante
La baja de Neymar era demasiado sensible. Desde hace tres temporadas -de lejos- es el jugador que más regates completa en Europa. Sin su desequilibrio, el Barca perdía muchos caminos para herir. Era lógico pensar que Luis Enrique apostara por jugar con cuatro volantes, pero nos sorprendió al ubicar a Alcácer recostado en la izquierda. Las últimas dos visitas del Barca al Bernabeu, han sido en esas condiciones. La vez pasada sin Messi, hoy sin Neymar. En ese escenario, el camino del Barca es apelar a su oficio para que todos viajen juntos, ordenados por el balón. Para circular y encontrar al hombre libre. De la mano de Busquets y Messi, por momentos lo consiguió.
Alcácer, le dio al Barca un hombre más en la mitad para circular, fue ese cuarto volante que arropó mejor al equipo. Lo interesante de su partido, fue que se descolgó como segundo delantero cuando pudo. En tres ocasiones llegó desde atrás y le causo muchos problemas a Carvajal. Asistió bien a Suárez, e incluso tuvo un mano a mano muy claro.
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Zidane insiste con la BBC
Bale es un jugador fundamental en el proyecto deportivo del club. Sin duda. Es un jugador que hay que cuidar y proteger. Pero hoy, cuando el Madrid podía ´ganar` la liga contra un rival con dudas, no podía alinear al galés. No solo venía lesionado por un edema, sino que viene con un nivel de juego francamente bajo. Con un Bale en horas bajas, Isco y Asensio tumbaron la puerta y le han dado a Zidane muchos motivos para quebrar eso de ´la BBC es intocable`. El gran primer tiempo del Madrid contra el Bayern fue espectacular. El equipo jugó con cuatro volantes. Isco o Asensio podían ser el elemento que equilibrara el medio campo por derecha.
Carvajal sufrió mucho las subidas de Alba y Alcácer siempre lo incomodó. Lo mismo hizo André Gomes cuando entró. Zidane nunca quiso tapar ese pasillo en todo el partido. A su favor, habrá que decir que Asensio jugó bien y que el Madrid ofensivamente fabricó más de ocho ocasiones claras. Fue una apuesta del entrenador, pero su obstinación con el 4-3-3 hoy lo penalizó.
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El extraterrestre
Es la clave más evidente de todas, pero sería un despropósito obviarla. El gol de Messi en el último segundo del partido es la foto del clásico, y su actuación fue decisiva. Pero más que sus goles, debemos rescatar su inteligencia para darle a su equipo lo que exactamente necesitaba.
Sin Neymar, el Barca perdía mucho desequilibrio y profundidad. Messi jugó a la espalda de Casemiro y Kroos y por ahí le hizo un roto al rival. Este jugador conoce todos los trucos y secretos de este deporte. Desde el primer minuto buscó y enfrentó a Casemiro. Temprano le sacó una amarilla, lo condicionó todo el partido, y no lo hizo expulsar porque Hernández Hernández no quiso. El Extraterrestre jugó un partido redondo, apareció por todas partes, sostuvo a su equipo con su faceta eléctrica y con su faceta pensante. Pudo hacer cuatro, pero con dos le bastó para salvarle la temporada por ahora a su compañeros.
Llegó a 500 goles oficiales con la camiseta del Barca. Eligió el Bernabeu y el minuto de Ramos para hacerlo. Un homenaje al fútbol nos brindaron todos. Pero en especial él.
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Foto: diarionavarra.es