Mandamiento de campeón: ganar jugando mal

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Millonarios sin jugar bien mostró su cara más letal. Pegó en los momentos claves del partido y quedó cerca de la final.

 

Un mediocampo desbordado

La baja de Jhon Duque era muy sensible. Ha sido todo el semestre el hombre fundamental en la presión y el robo a los volantes rivales. Sin él, pensamos que Russo apostaría por Henry Rojas, pero sorprendió utilizando a Matias De los Santos junto a Domínguez. En la victoria 1-0 en el Campín contra Envigado el uruguayo jugó de mediocentro. Ese día tuvo un partido notable. Pero una cosa es hacerlo en un rol más posicional como tercer central, y otra cosa como mixto con la obligación de soltarse y salir de su zona.

 

En el Pascual De los Santos sufrió muchísimo. Sus características técnicas y físicas no le alcanzan para lo que Russo le pidió. Hizo mucha falta Duque. Matias estuvo muy impreciso, con malas entregas dejaba al equipo a medio camino mientras salía, no recuperó sin falta, y en el primer tiempo, en los mejores minutos del América, el local siempre encontró pase detrás de su espalda.

 

Hasta el minuto 72, antes del gol de Mackalister Silva, el partido se le iba volviendo muy largo a Millos. De los Santos y Domínguez fueron superados en gran parte del juego. América sintió muchísimo el segundo gol del rival y bajo el ritmo.

 

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Huérfano tiene padre

La segunda baja de Millos era la de Riascos. También por suspensión. Después de la lesión de Eliser Quiñones en Neiva Russo empezó a usar a Ayron del Valle junto a Riascos. El primero por fuera y el segundo en punta. Era un reto para el entrenador no perder profundidad en la banda derecha. Contra todo pronóstico la apuestoa fue Christian Huérfano. El canterano de 21 años que no tenía más de 150 minutos en el semestre.

 

Un jugador de su molde era muy difícil que brillara hoy. Millos se defendió 82 minutos, todos tenían la pasar la línea de balón y replegarse, los laterales no atacaron. Pero apelando a su talento y descaro, Huérfano se reveló ante el contexto del juego y dejó tres jugadas sensacionales. En la primera, le puso un pase magnífico a Silva, tres minutos después del empate del América. Imposible ser más oportuno.

 

Huérfano es la última apuesta que le sale bien a Russo. El entrenador argentino ha tenido una excelente gestión de campo y lectura de los partidos este semestre. Seguramente no planeó que su equipo tuviera tantas grietas en la mitad en el primer tiempo, pero lo de Huérfano por derecha bailando contra Iván Vélez le funcionó.

 

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Un América sin reservas

El segundo gol mató al América. Mentalmente no pudo reaccionar. Para un equipo es muy frustrante que haciendo el mayor desgaste y fabricando las mejores opciones, vaya ganando el equipo que menos generó. Para sobreponerse a esa realidad se necesita carácter y convencimiento.

 

La primera media hora del América fue magnífica. Burló el pasillo de Banguero, hizo ver muy mal a De los Santos y desconectó a Silva del juego. Pero no aprovechó su momento y la contundencia en la definición del rival lo dejó KO. Lo preocupante para el equipo del ‘Polilla’ es que sus hombres no tuvieron capacidad de reacción.

 

Por lo anímico por un lado, y por la baja calidad de la plantilla para resolver problemas desde el banco. No se sabe si fue más pobre lo de Arboleda o de Lizarazo que fue su reemplazo. Y lo del ‘Queso’ Fernández es francamente lamentable. Es difícil aportar menos en una situación tan apremiante. Con jugadores como el ‘Queso’ saliendo de reserva es complicado que el América salga campeón. Los equipos ganan partidos pero las plantillas campeonatos.

 

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Foto: as.com


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