La columna vertebral de la Selección en Rusia será de primer nivel mundial.
La construcción de un equipo que se reconozca –desde los nombres y la propuesta de juego– ha sido en el segundo período de Pékerman un camino lleno de huecos. Es justo y necesario admitir que en las eliminatorias el equipo prosperó más por su eficacia (y jerarquía) que por su funcionamiento. Si nunca se colgó de forma preocupante en la tabla fue porque rescató cinco puntos contra rivales directos y en momentos claves (contra Bolivia en la Paz, Paraguay en Asunción y Uruguay en Barranquilla).
También se puede decir que, a pesar de la pobre puesta en escena, el equipo logró sumar muchos puntos porque tiene un puñado de jugadores que a nivel de selecciones se doctoraron en Brasil. Futbolistas de la talla de James, Sánchez, Zapata, Ospina, Bacca, Falcao –a pesar de no haber estado – se ganaron un estatus especial con el torneo que hicieron.
Ser quintos en el mundial les dio una estatura especial y desde entonces cada vez que llegan a los aeropuertos y concentraciones vestidos de amarillo se saben queridos y respetados. Ahora flotan gracias a un reconocimiento que antes no tenían e, incluso en la adversidad (o sobre todo en ella), se les ve con confianza y autoestima.
Además, la columna vertebral de nuestra Selección – Falcao, Ospina y James–, y es este es el punto que me interesa, es de una calidad suprema. Para nadie es un secreto que sin las atajadas de David en los momentos claves, los goles y asistencias de James y el liderazgo y la eficacia de Falcao veríamos Rusia por tevé; y que sus presencias nos hace un equipo sólido y difícil de abatir (la resurrección contra Francia es el mejor ejemplo).
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Por eso, aunque negar el enorme mérito de Pékerman y el de todos los jugadores complementarios que han aportado y respondido es necio y torpe, y el fútbol es un juego de once hombres, es estupenda la noticia de que en Rusia nuestra columna vertebral contará con una cuarta vértebra: Davinson Sánchez.
Con él en el barco, podemos jactarnos de que la Selección tendrá un jugador de primer nivel por línea y el optimismo de repetir o mejorar lo hecho en Brasil tiene un nuevo argumento: contar con jugadores top que juegan contra los mejores cada mes y para los que los grandes partidos en Europa son rutina, es una cuota de jerarquía importante que no todas las selecciones tienen y que muchas veces termina por hacer la diferencia.
Según un estudio que realiza a cada tres meses ‘Football Observatory’, el colombiano del Tottenham ha sido el segundo mejor defensa de Europa entre enero y marzo. La Selección tendrá entre Ospina y James un eslabón que hacía falta. Con Davinson el equipo crece mucho. Su velocidad, el timing para decidir si esperar a cortar, la lectura en la salida, la prolijidad y contundencia por arriba, la madurez y todas las cosas que demuestra en la Premier en cada fin de semana, ahora en la Selección, hacen que los rivales nos sientan distinto. Un jugador que los planteles de Senegal, Polonia y Japón ya conocen. El nombre Davinson Sánchez ya tiene otro eco en Europa.
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Foto: zonacero.com