¿Le pareció muy caro el fichaje de Jonatan Álvez? Acá se lo justificamos.
Jonatan Álvez, con zeta y acento en la A por esas cosas raras de la ortografía. El flamante fichaje de este Junior cuya billetera —o la de sus poderosos dueños— no parece tener fondo. Se dice que se pagaron tres millones de dólares por el uruguayo, mucho para un delantero de su edad, poco para un delantero que viene de ser el máximo goleador de unos de las semifinalistas de la pasada edición de la Copa Libertadores.
¿Quién es?
Su historia en la élite no es larga. En 2012, con 23 años, sobre la hora, llegó a la segunda división del fútbol uruguayo. Antes de eso se había ensuciado la cara en las canchas embarradas del amateurismo. Luego, en 2014, tardísimo, hizo su primera aparición en primera. Del CA Torque pasó cedido al Danubio, y como le fue también, tuvo su oportunidad de jugar en el fútbol portugués. En el Vitoria Guimaraes jugó medio año e hizo 5 goles en 21 partidos. Números buenos, pero no suficientes para quedarse.
Algún empresario, visionario, convencido de que tenía algo importante entre manos, lo llevó a Ecuador. Primero estuvo en Liga de Quito y no cuajó, entonces en 2016 se mudó para Guayaquil, al Barcelona. Allí la recontra rompió: 46 goles en dos años, campeón en 2016, semifinalista de Copa en 2017 y Balón de Oro de la Seria A ecuatoriana en ese mismo año. Por eso llega al Junior, y por eso vale tres paquetes.
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¿A qué juega?
Después de mucho insistir, y tras la desafortunada salida de Ovelar, a Alexis Mendoza le llegó el delantero centro que pedía a gritos. Un uruguayo de pura cepa.
No crean que, porque vale lo que vale, a Junior va a llegar un artista elegante y distinguido. No. Jonatan es un caracortada, un delantero de sacrificio, metelón, de esos a los que da miedo marcar. No se va con güevonadas, nada de lujos, le importan los goles.
Es delantero de área, pero tiene movilidad. Experto en recibir balones largos al espacio y muy intuitivo para interceptar con la cabeza los balones cruzados que sobrevuelan el área. En el Metropolitano se van a acostumbrar a esta jugada: Álvez sale del área, recibe por fuera de la medialuna, aguanta, descarga en alguna de las bandas y corre hacia adentro para cabecear.
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Su cambio de ritmo, su velocidad y su potencia pueden ser sus mayores virtudes. Es ligero, pero pone bien el cuerpo y es hábil para ganar la posición cuando va al choque. Teo Gutiérrez y Chará se van a divertir con sus diagonales de afuera hacia adentro.
Por fuera del área también es peligroso. Se tiene fe en la larga y la media distancia. Además es muy rápido y ágil para desenfundar cuando lo están marcando. Recorte hacia fuera y ¡cartucho!
Finalmente, a pesar de no ser tan alto, su metro con ochenta y tres le alcanzan para ser una fiera por arriba. En los tiros de esquina ofensivos es peligro y en los defensivos una garantía. Por fin, el Junior volverá a ser peligroso/confiable por arriba.
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Foto: El Heraldo
