Estas son las tres claves de la noche más feliz de Millonarios en el 2018.
Miguel Ángel el copero
La sola presencia de Russo trae mística, respeto y enjundia. ¿Qué jugador de Millos puede no dejarse la piel viendo el valor y la lucha de Miguel Ángel? Y sin embargo esta noche no había espacio para romanticismos fáciles: si Millonarios no le ganaba al Lara lo suyo en esta copa era otro verso más. Chao, adiós.
Miguel Ángel lo sabía y entonces, bien copero como es, obligó a su equipo a no permitirse la especulación y a dejarle claro al rival –ligero, amorfo, limitado– desde bien temprano, que en Bogotá la pasaría mal.
Sin misterios, con un juego efectivo y práctico, amplio y solidario por las bandas, con sus centrales altos y con libertad para sus volantes, Russo dio una catedra táctica pero sobre todo psicológica. En La Copa se compite poniendo las cosas en su sitio; hoy Millos debía asfixiar a un rival inferior y así lo hizo. Y lo hizo desde el vamos hasta el pitazo final.
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Macalister es el faro
La felicidad de Millonarios esta noche, además de un funcionamiento colectivo sincronizado, compacto y sin dobleces, se explica por la genialidad de Macalister. Este equipo– que se define desde el vértigo y no desde la posesión–, para atar sus cabos, necesita de al menos un cerebro. De un cerebro con la lucidez y la audacia que Silva transpiró esta noche.
Si Huérfano, Quiñones y Del Valle se sintieron cómodos y prolijos, en gran medida, fue porque el 14 puso el tempo adecuado. Aceleró cuando debía acelerar, se asoció cuando se debía asociar y demostró tener en la cabeza lo que Russo quiere en su volante creativo.
El primer gol de Millos –de manual, empezó en la izquierda y terminó por la derecha– fue la gran pintura de Macalister. Sorprendió, cambió de ritmo y metió un puñal feroz e indefendible. El puñal que abrió la noche más feliz de Millonarios en el año.
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Equipo “de grandes” para tumbar a los colosos
Es necesario matizar la victoria y dejar claro que el equipo venezolano no es un termómetro de calidad. Lo hecho esta noche puede hacerse hielo si Millonarios no logra mantener esta rebeldía, inspiración y empuje contra Independiente y Corinthians.
Sin embargo, para soñar con la hazaña, es una gran noticia el arraigo, el nivel y el convencimiento que hoy mostraron los “jugadores grandes” del azul. De Los Santos, Duque, Caracho, Macalister y Ayron Del Valle, por nivel y determinación, permiten creer que es posible mirar a los ojos a los colosos del grupo.
La diferencia y la clasificación la va a decidir el colectivo, claro, el juego. Pero si a este equipo al que (digámonos la verdad) no le sobra nada le falta uno de sus baluartes, las posibilidades se disminuyen en serio. Si todos siguen sanos y salvos, al nivel de hoy, de verdad que avanzar es posible.
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