El Cucho Hernández está prendido en fuego y si la cosa sigue así, le van a tener que montar una estatua.
Quince años tenía, quince, cuando se hizo jugador profesional. Por obvia ironía lo bautizaron el Cucho Hernández, y el apodo le ajustó a la perfección: sus formas y su temple eran las de un veterano, no las del adolescente puberto que en realidad era.
A los dieciséis, y en su segundo año como profesional, Juan Camilo fue el capitán, goleador y máximo capo del Pereira de los 70 puntos. La decepción de no ascender luego de haber liderado todo el año sigue siendo la más grande de su carrera.
Lea también: ¿Y James? Todos los ex-madridistas que eliminaron al Madrid de Champions
Y en este fútbol moderno que todo lo ve y que todo lo sabe, el rumor de un joven anciano en el ascenso de Colombia llegó rápido a oídos del Watford inglés. Lo compraron sin más, pero antes había que probar al niño en un equipo de primera. El América estaba recién ascendido y necesitaba jugadores buenos (y baratos). Lo cedieron y el Cucho se mudó a Cali.
La presión del descenso, de volverse a ir a la B, le dio duro al equipo y Hernán Torres no fue capaz de cargarle la responsabilidad a un niño de diecisiete años. Juan jugó poco, pero las veces que entró, hizo ver mal a su técnico. En un equipo chato, el Cucho siempre fue el diferente, siempre la pidió al pie.
Habrá sido por lo poco que jugó, pero ni el Watford ni el Granada —ambos del mismo conglomerado empresarial— consideraron que estaba listo para una primera división en Europa. ¿Error? ¿Quién sabe? Esta decisión, en todo caso, lo llevó al Huesca, a la Sociedad Deportiva Huesca.
Le puede interesar: ¿James o Real Madrid?: Decídase, Jamedrista
Ahora hablemos del Huesca, o de Huesca. Resulta que esta ciudad diminuta de 52 mil habitantes —bastantes menos que nuestros seguidores en Facebook— tiene un equipito de fútbol que juega en un estadio al que le caben 5,500. Y aunque lo fundaron hace ya más de un siglo, el mayor logro de su historia fue ascender a segunda división en 2008. Cinco años después descendió y en 2015 volvió a ascender. En la temporada 2016/17 salió sexto y entonces, como el logro lo ameritaba, se dio el lujo de traer a la máxima joya del Fútbol Profesional Colombiano.
A España llegó con dieciocho, sí, dieciocho, uno menos de los que tiene ahora. Seguramente lo recibieron como a un niño, uno talentoso, claro, pero, al fin y al cabo, niño. Un fichaje interesante, no un crack que los pudiera poner a soñar con la primera división. Eso pensaron.
Ahora resulta que el niño, precoz como siempre, cogió la responsabilidad, se la echó al hombro y se hizo dueño de ella. El jugador más joven de la plantilla se ha convertido en la máxima figura, la referencia en ataque y el líder futbolístico de un equipo chico que camina tercero y está en el ojo del huracán de la lucha por el ascenso directo.
Le va a gustar: Así van a quedar las semifinales de Champions
Para su entrenador, Rubi, Juan es indispensable y solo las lesiones han logrado mermar el rendimiento espectacular con el que arrancó la temporada. De las primeras 24 jornadas, el Cucho solo faltó a un partido por lesión y luego a finales de enero una (maldita) fisura en el quinto metatarsiano lo tuvo por fuera durante seis partidos. A finales de marzo volvió al ruedo y necesitó de cinco partidos para volver a carburar. Ahora parece que está de vuelta, en los últimos tres partidos ha hecho cinco goles que le han significado 9 puntos a su equipo y que lo metieron en la lucha por el ascenso directo. Al día del hoy el Huesca es primero con 71 puntos; está un punto por encima del Rayo Vallecano, que tiene un partido menos.
A su aporte, además de ser titular indiscutible, lo avalan los números. De los 57 goles de su equipo, Juan Camilo Hernández ha hecho 16 y ha servido otros 5. Una participación directa del 37%, porcentaje que con seguridad sería mucho más alto si no hubiera estado tan de malas con las lesiones. Por ahora, a pesar de todo, puede decir que es jugador extranjero que más goles ha hecho en la historia del Huesca.
En noviembre del año pasado, dos golazos al Barça B dizque lo pusieron en la órbita del ahora equipo de Yerry Mina. Ya todos lo conocen. A donde fue, el Cucho siempre dio un golpe sobre la mesa. Quedan cuatro y en el fútbol todo puede pasar. Decir que el Huesca va a ascender puede ser precipitado. Pero por ahora se vale soñar, se vale imaginar que un niño colombiano de 19 años va a ser el héroe que ponga a un equipo minúsculo, de una ciudad minúscula, en la Primera División de España…
No se vaya sin leer: Seamos sinceros: Colombia no le hace un gol a nadie
…Se vale soñar con su estatua en la plaza de Huesca.
P.D.: José Néstor, tiene 19, pero ya es cucho. Si llevaste a Juanfer a Brasil, ¿por qué este no puede ser una opción para Rusia?
Foto: Futbolred