Italia no es la primera. En el siglo XXI ya hubo dos campeona del mundo que se quedaron por fuera.
Holanda 2002
Antes del Mundial de Corea y Japón, Holanda venía de clasificarse a las últimas cuatro copas del mundo. Su camiseta naranja, siempre hermosa, era una fija en los álbumes Panini. En Francia 98, además, nos regaló a todos el imborrable 2-1 contra Argentina con el gol de Bergkamp al minuto 90 y la definición por penalties contra Brasil en semis.
Por eso, para el primer Mundial en Asia, el mundo fútbol contaba con la naranja mecánica. Y es que en sus filas se podía leer: el Van Nistelroy temible del Manchester, el excitante Rafa Van der Vart del Ajax, el Cocu del Barca, el Davids de la Juve, el temible Jaap Stam de la Lazio. Y los hermanos de Boer, y Kluivert y Overmars y Giovanni van Bronckhorst. Una banda total. ¿Al mando? El macabro Louis Van Gaal. ¿Los rivales a vencer? Portugal que pasó primero del grupo e Irlanda que terminó siendo segundo.
Después de una eliminatoria irregular, sufriendo siempre, el partido de la verdad fue contra la sorprendente Irlanda en Dublin. Solo los tres puntos salvaban al barco medio hundido de Van Gaal. Este golazo de Jason McAteer sentenció el naufragio.
Pd: En 2018, con un Robben en caída como su mejor arma, Holanda volvió a acordarse de la muerte en vida que es quedar por fuera del Mundial. Quedó tercero en el grupo de Francia y Suecia.
También le gusta: Equipo eternos: Ajax del 71 al 73.
Uruguay 2006
Aunque Uruguay no hizo un buen Mundial en Corea y Japón y se devolvió apenado en primera ronda, los alemanes (y todos) contaban con ellos en su Mundial.
Es verdad, también, que a esa Uruguay no le sobraba nada. Por eso, como luego pasaría para el Mundial de Sudáfrica, en la última fecha, sin rubor ni vergüenza, se dieron la mano con los argentinos (Colombia se quedó por fuera por eso). 25 puntos y una diferencia de -5 goles fue el saldo con el que Uruguay se coló en el repechaje. No era una maravilla, pero tapaba Carini, mandaban Paolo Montero y Lugano, las ideas las ponía Recoba y adelante estaban Chevantón y Zalayeta. A Australia le tenían que ganar.
En Montevideo, con un Centenario sobreocupado, Uruguay hizo la tarea y ganó uno a cero. En Sydney, por la revancha, con gol del calvo Breschiano, se empató la serie. En los penales, los yerros de Darío Rodríguez y de Zalayeta le permitieron a Australia decir “Mundial” después de 32 años.
Era la linda Australia de Harry Kewell y del feroz Mark Viduka.
También debe leer: Los 3 días más tristes del fútbol.
Italia 2018
Digamos la verdad, así suene a lugar común: hace rato Italia no es Italia. Aunque la Euro de 2012 fue un lindo paréntesis, en los últimos dos mundiales la Azurra se quedó en primera fase. Dos proyectos fallidos. Sin embargo, el que diga que se esperaba la eliminación de ayer, miente.
En la eliminatoria, Italia le ganó a los que le tenía que que ganar –una fiesta de peluches–: Israel, Macedonia, Albania y Leichtenstein. Pero en los partidos de la verdad decepcionó. Contra España empató de local y perdió 3-0 de visitante. Entonces vino el repechaje contra la Suecia de Forsberg. De Forsberg y más nada. Tenían que ganar.
El que vio el partido coincidirá con que esta Italia extraña a gritos a sus piernas de oro. Que por sus filas no se asoma (salvo Verrati), ni de cerca, un Andrea Pirlo, un Del Piero o un Francesco Totti. Pero dirá también que terminó empujando, arrancándose los pelos, maldiciendo que la Azurra de Buffon, con 23 intentos, no fuera capaz de romper el silencio del marcador.
P.D.: Sí, volveremos a ver a Zlatan en Rusia.
Estas son lagrimas negras, fútbol canalla:
Termine con: Las conclusiones de la gira en Asia de Colombia.
Foto:
critica.com