Para pasar del equipo que caminó el espinoso camino de la B al que hoy es quinto en la Liga Águila, el América tuvo que hacer cambios y ajustes. Uno de ellos es el peso que Cristian Martínez Borja ha adquirido en el juego de su equipo. Su crecimiento está siendo espectacular. Hoy es el líder del América.
La explicación del buen momento del América se halla en la consolidación de un esquema y un once titular estable. Sin embargo, el factor que mejor explica los resultados recientes es el crecimiento y el rol que ha adquirido Martínez Borja en el América. Hoy es el jugador más importante, y se está empezando a generar un vínculo de dependencia que es tan provechoso como peligroso.
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Sus últimas actuaciones contra el Cali y el Once Caldas fueron la clave para superar la dinámica negativa en la que entró el equipo tras tres malos partidos contra sus principales rivales. El América había bajado su rendimiento, quedó de penúltimo en la tabla del promedio y los susurros ya empezaban a oírse en el Pascual Guerrero. La crítica -que aparece más rápido que el halago- empezó a decir que el club no preparó bien su regreso a la A; se habló de jugadores que no daban la talla para la primera categoría.
Ahora el equipo parece haber salido a flote y necesitará entre seis y ocho puntos (de 18 posibles) para meterse en el grupo de los ocho. Uno de los responsables de esto, el más, se llama Cristian Martínez Borja.
Borja ya no es una tierna promesa; es un hombre de 29 años con toda una carrera a sus espaldas. Se hizo en Patriotas, jugó en Brasil, en México, en Serbia, volvió a Colombia para jugar en Santa Fe, volvió a irse y regresó a jugar donde siempre quiso, en su querido América de Cali.
Con tantos minutos en las piernas y kilómetros de avión, es difícil saber por qué hasta ahora está mostrando la versión más completa de su carrera. Aunque en el fútbol no existen las recetas, y menos para pronosticar el rendimiento de los jugadores, no deja de ser algo curioso.
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Como el caso del gran Aduriz del Athletic de Bilbao, el tiempo fue más paciente y espero mostrar al mejor Borja (más cerca de sus treinta que de sus veinte). Con su gran fuerza de piernas, su potencia y su envergadura, partido a partido, Borja está llenando los registros que se le piden a un delantero completo. Cada vez lo vemos más sereno y lúcido en la definición. Su juego de espaldas es sensacional. Tiene el fútbol metido en la cabeza. Sabe cuando temporizar y cuando jugar de primera.
Llama la atención la inteligencia con la que usa su fuerza y su cuerpo. No todos los delanteros corpulentos saben sacar toda la ventaja que deberían. Borja usa las manos y la espalda de manera magistral. Se abre espacio alejando a sus defensores con las manos y volteándose en el momento justo. En los últimos meses, Torres lo ha puesto con muchos delanteros de diferentes características; Con todos rindió y a todos los potenció. Desde el ‘Tecla’ hasta el uruguayo Silva, pasando por el ‘Cucho’ y Yorley Mena.
El aficionado del América debe disfrutar del dulce momento de Martínez Borja. No solo porque es ahora mismo el principal argumento para pensar en hacer algo importante en este torneo, sino que a este paso es poco probable que siga en el fútbol colombiano. Es el mejor jugador del América y el mejor delantero de la Liga Águila. Seguramente tendrá, otra vez, que empacar maletas a mitad de año.
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