Le enseñamos a sacar el Yield, una fórmula muy breve que le permitirá reconocer impostores y saber si usted es un buen o un mal apostador.
Estas son las recomendaciones semanales de Hablaelbalón hacemos todas nuestras apuestas recomendadas con estudio, responsabilidad y amor. Sin embargo, Hablaelbalón no se hace responsable de los resultados, apueste bajo su propio riesgo. El fútbol es impredecible y por eso lo amamos tanto.
En las apuestas, como en la vida en general, la historia la escriben los ganadores. Solo los ganadores hablan de sus logros. Los perdedores suelen esconderse, calladitos, en la cueva. Por eso las redes están llenas de influencers de las apuestas y tipsters que sacan pecho cada vez que se ganan un platal. ¿Pero realmente son tan buenos como dicen? Veamos.
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Arranquemos con una pregunta breve. ¿Quién es mejor apostador? ¿Alguien que apostó 100 mil pesos y ganó 500 mil en un tres meses o alguien que apostó 50 millones y ganó 100 millones en esos mismos tres meses? A primera vista nos quedaríamos con el segundo: ¡Quién no sueña con ganarse 100 millones!
Ciertamente el segundo ganó más plata, pero su rendimiento fue menor. Asumió un riesgo más grande y el retorno en la “inversión” fue mucho peor. Entonces, en el mundillo de las apuestas no debemos fiarnos. Es muy irresponsable quedarse con la propaganda conveniente con la que se dan autobombo los famosos «consejeros de apuestas».
Para reconocer a los capos y también para saber si estamos siendo nosotros mismos buenos apostadores, es clave calcular el YIELD. Un indicador que se define como «el beneficio medio en términos porcentuales que obtiene un apostador en función de la plata que apostó».
Aunque la definición asusta, calcular el YIELD es cagado de la risa. Basta con saber lo que se ganó, dividirlo entre lo que se apostó y multiplicar por cien.
YIELD = (Ganancia – monto apostado)/Cantidad apostada) x 100
Miremos un ejemplo:
Aposté 5 pesos y me gané 20.
20 ganados – 5 apostados = 15 pesos de ganancia neta
15 de ganancia neta / 5 apostados = 3
3 x 100 = 300% es el rendimiento. Un yield absurdamente alto.
El beneficio triplicó la cantidad apostada. Muy lindo, pero ojalá todas las apuestas tuvieran ese beneficio. Ahora vayamos más lejos…
Pensemos en un apostador que hace tres apuestas. En total apuesta 20 pesos en cuatro partidos (5 en cada partido) que le dan las siguientes cuotas:
Partido 1: 3.00
Partido 2: 2.00
Partido 3: 2.50
Partido 4: 2.75
Supongamos que gana dos y pierde dos. Las ganancias netas serían las siguientes:
Partido 1: ($5 x 3.00) – $5 = $10
Partido 2: ($5 x 2.00) – $5 = $5
Partido 3: ($5 x 0) – $5 = -$5 (apuesta perdida)
Partido 4: ($5 x 0) -$5 = -$5 (apuesta perdida)
Ganancia neta = 10 + 5 + (-5) + (-5) = 5
Total apostado = 20
YIELD = (5 / 20) x 100 = 25%
¿Qué significa esto?
Si un apostador tiene un YIELD de 25%, esto significaría que por cada 100 pesos que apuesta se gana 25.
Esto aterrizado en el mundo real sería altísimo. Los YIELDs así de altos son insostenibles en el largo plazo. Para que el YIELD sea un indicador fiable debe ser calculado con muchas apuestas y esto hace que el porcentaje disminuya. Un apostador que se considere experto (y que tenga la osadía de dar consejos) no debería tener menos de 300 apuestas encima; y si su YIELD en estas mil apuestas está entre el 5% y el 15%, entonces estamos hablando de un muy buen apostador.
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