Cuatro jugadores que durante el año 2017 se consolidaron como cracks de la Liga Águila. ¿Qué otro debería estar acá?
Jhon Fredy Duque
La aparición de este fue sorpresiva, pero contundente. A principio de año, cuando llegó de Fortaleza, era un completo desconocido. Un universitario de 24 años que jugaba muy bien y que por cosas de la vida y del fútbol terminó de profesional.
El 2017 puede ser el año de su vida. ‘Jhonfre’ llegó y rápidamente se convirtió en el ojito derecho de Russo; en uno de los ejes del sistema. “Quitar y entregar, quitar y entregar”. Siguiendo este mantra no solo salió campeón, sino que se hizo ídolo en El Campín.
Todo su semestre fue bueno, pero en la primera final contra Santa Fe hizo un partido para la historia. Desde entonces su pase se tasa en (millones de) dólares.
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Santiago Montoya
Se formó en Nacional y por falta de oportunidades migró a Argentina. Debutó en All Boys por allá en 2012, luego pasó al Vasco da Gama y después al Vitoria Guimaraes de Portugal. Antes de llegar en 2016 al Tolima escasamente sabíamos algo de él en Colombia.
En 2017, a sus 26 años, dijo presente y se consolidó como crack. Decir que el Tolima fue un equipo lírico y vistoso sería mentira, pero cuando el balón le llegaba al ‘Mago’ todo podía suceder. Fue el cerebro de un equipo que fue de menos a más y terminó a un pasito de la final.
Quizá le faltaron socios para sacar todo su potencial, pero lo que mostró fue suficiente para que todos los grandes pusieran sus ojos en él. Primero se habló del todo poderoso Nacional, pero parece que el 2018 lo arrancará con Russo en Millonarios. El balón sonríe cuando aparece un mostro de estos.
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Sebastian Villa
Si el Tolima le ganó a Nacional en cuartos fue gracias a este niño. A esta bestia de 21 años. Su semestre había sido fenomenal, pero fue en los dos partidos contra Nacional que nos dimos cuenta que estábamos ante un jugador diferente. Por derecha y por izquierda, Villa hizo lo que quiso.
Potentísimo, inteligente para jugar, letal en el uno-contra-uno y hábil para tirar centros. Le falta meterla —todavía no sabe lo que es un gol en primera— pero con 6 pase-goles fue el máximo asistidor de Liga Águila 2017-2. Ángelo Rodríguez y Marquitos Pérez gozaron como niños con Villa y Montoya.
Es canterano del Tolima y una gran noticia para el senador Camargo. Si sigue como viene, y afina la puntería, el 2018 será su último año en Colombia.
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Luis Díaz
A mitad de año Junior se llenó de nombres estelares y entre tanto crack se coló uno desconocido. Luis Díaz, ¿quién diablos es Luis Díaz?, se preguntaron en Barranquilla.
No tenían por qué saber. Un niño de 20 años que hace un poco más dos años, en 2015, estaba jugando la Copa Américana de Pueblos Indígenas de Chile (tiene raíces Wayuu). Lejos del profesionalismo. Bueno, resulta que un tal Pibe Valderrama se lo pisteó y lo recomendó al Junior. Luis primero fue al Barranquilla F.C. y allí convenció a Comesaña.
En 2017 subió al equipo profesional. No sumaba 60 minutos en primera división y sabrá el diablo qué estaba pensando Julio Avelino cuando decidió ponerlo de titular en el partido de vuelta contra Cerro Porteño por Copa Suramericana…
Luis la rompió. Se jugó partidazo: encaró, amagó, pasó, combinó con Teo y para cerrar un primer tiempo redondo hizo el primer gol del Junior. Salió expulsado al minuto 73, pero aun así, su nombre nos quedó grabado. Nos recordó al mejor Marlos Moreno de Libertadores.
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Foto: El Espectador