Comesaña vale más que Chateo

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No son solo Teo y Chará. Julio Avelino Comesaña es el gran protagonista de este Junior que parece imparable.

  

Después de la pésima campaña de Gamero, Julio Comesaña había cogido las riendas del Junior. Luego cuando los Char estructuraron el megaproyecto “Chateo”, para muchos fue una locura mantener al uruguayo. En el medio local Julio siempre cargó un cartel de técnico amarrete y, en estos tiempos de entrenadores jóvenes y arriesgados, su figura ya parecía anacrónica. Dígase lo que se diga hoy, para entonces su porte no nos cuadraba con las ambiciones del Junior.

 

Han pasado cinco meses y a pesar de que la Copa Águila no es el título más glamuroso, y que ganar los otros dos será muy complicado, en este punto sería insensato ignorar lo que ha hecho Comesaña al volante de este Ferrari. Más allá de los recursos “ilimitados”, el entrenador ha explotado lo que le trajeron y ha potenciado lo que ya estaba.

 

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Ser fiel a su estilo
Lo primero es decir que el peliblanco nunca se ha traicionado. Su Junior, a pesar de las individualidades geniales, siempre ha intentado ser un colectivo equilibrado y calculador. Cuando siente que puede atacar, ataca: descuelga a Teo y a Chará, suelta a sus volantes en campo contrario y libera a sus laterales. Pero cuando el partido le pide cautela, el viejo no tiene problema en tirarse atrás, pasar la línea del balón y esperar en campo propio para jugar a la contra. Muchas veces, sobre todo de visitante, vimos un Junior con cuatro volantes de marca en cancha. Comesaña siempre será Comesaña.

 

Entender a sus cracks
A lo largo de estos cinco meses, algunas veces, sobre todo cuando el entrenador pobló la mitad con volantes de corte defensivo, dio la sensación de que el Junior sin Teo y Chará era inofensivo. Y seguramente, pues para eso son los cracks. Pero hay que reconocer que lo que ha hecho grande al Junior no son Teo y Chará por separado. Al entrenador hay que darle el crédito de haber construido un entramado táctico que potenciara la sociedad de sus dos caballos de batalla.

 

Rápidamente Julio entendió que tenía que juntarlos por adentro. Por eso, independientemente de si la figura es un 4-2-3-1, un 4-3-1-2 o un 4-3-2-1, la máxima de este equipo es que Chará, así arranque por derecha, termine las jugadas por el centro, cerquita de Teo, para triangular en corto y romper con paredes.

 

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El sistema potencia la sociedad de Teo y Chará. Foto: Extra Noticias

 

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Hacer grandes a los chicos
Barranquilla llevaba años esperando una versión determinante de Jarlan Barrera. A principio del semestre no jugó mucho, luego de a poco se convirtió en el suplente revulsivo. Cada vez que el equipo estaba estancado y Teo y Chará no lograban encontrarse, Jarlan entraba para ser el punto que conectaba a los dos cracks. Contra el Medellín, en la final de Copa, fue titular y abrió el marcador. Si mantiene el nivel en Suramericana, las ofertas del exterior no tardarán en llegar.

 

No se puede obviar el crecimiento de Cantillo, pero eso era de esperarse, pues venía de romperla en Pasto. Lo que nadie se esperaba era lo de Yony González y Luis Díaz. Hace 6 meses nadie los conocía, pero el entrenador confió en ellos y ambos han dado resultados. Luis Díaz despuntó como un extremo jodidísimo y González, aunque debe trabajar en la toma de decisiones, ya ha hecho goles importantísimos.

 

El viejo confía en los jóvenes.

 

El problema de los laterales
Hace seis meses el Junior no tenía laterales. Marlon Piedrahita llegó para jugar por derecha y una de las grandes críticas fue no haber traído un lateral izquierdo de peso.

 

Ante el bajo nivel con el que llegó Piedrahita, Comesaña apostó por David Murillo y lo potenció. Por derecha, Murillo se ha divertido por el carril despejado que le deja Chará. Se ha convertido en un lateral peligroso que se suelta en ataque, llega a línea de fondo y tira buenos centros.

 

Por izquierda, el peliblanco entendió que Gutiérrez es un lateral para defender, para dar equilibrio. Todo lo que a él le gusta. La fórmula está definida: una lanza por derecha y un tapón por izquierda.

 

Manejo de grupo
Finalmente hay que decir que el entrenador ha logrado mantener la motivación de todo su plantel. Suplentes y titulares, todos, están rindiendo a un altísimo nivel. Este Junior, en ese sentido, nos recuerda al Real Madrid de la temporada pasada. El que juega, juega bien.

 

Todo esto es trabajo del DT…

 

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Foto:

Vanexa Romero / Futbolred


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