Esto fue de la vida de los once que salieron campeones en el 93.
José María Pazo: El arquero fue un jugador de (casi) un solo club. Jugó en el Junior desde el 82 hasta el 97 –cuando se enfiló en el rival de patio Unicosta–. Siendo tiburón ganó dos títulos. Fue arquero suplente de la Selección Colombia en el Mundial del 94 y la Copa América del 95. Se retiró en el 2000 atajando para Independiente Medellín y pasó a entrenar a los arqueros del Boyacá Chicó.
Alexis Mendoza: Para el 93 ya había debutado con el Junior, pasado por el América de Cali y vuelto a Curramba. Después de su segunda etapa de rojo y blanco viajó al Veracruz, para después volver a Unicosta. Se retiró en el 98 como tiburón. Luego lo suyo fueron el frac y la pizarra. Como DT dirigió a Alianza Petrolera en 2003. Luego fue el escudero de Reinaldo Rueda en Colombia, Honduras y Ecuador. Volvió a Barranquilla para dirigir al Junior en el 2015. Tras un final confuso, abandonó el cargo y firmó con Independiente del Valle de Ecuador.
Francisco Cassiani: El defensa de Arboletes, Antioquia pasó por varios clubes colombianos y extranjeros. Debutó en el Cúcuta en el 86 y luego jugó en Envigado, Junior, Rosario Central, Quindío, Junior otra vez, Wanderers de Chile, Alianza de Perú y, finalmente, Atlético Huila. Se retiró en 2003. Podrá decir que viajó mucho. Y que hizo parte de la Selección Colombia que jugó la Copa América en el 95.
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Gober Riascos: Aunque nació en La Guajira, se crío en Magangué. Lo suyo también fue saltar de club en club. Antes de salir cedido al Pereira, salió campeón con el Junior en el 93 y el 95. Ya retirado formó una escuela de fútbol en Magangué. Hoy en día hace parte del cuerpo técnico del Unión Magdalena.
Eugenio Uribe: El santandereano soñaba con ser veterinario, pero su hermano mayor, ex futbolista del Bucaramanga, le presentó a la pelota. Su mayor logro fue el título del 93. Es el tercer jugador con más expulsiones en el fútbol colombiano después de Gerardo Bedoya y Eduardo Pimentel.
Héctor Gerardo Méndez: Los hinchas del Junior lo llaman el ‘Carriloco’. A pesar de sus títulos en el 93 y 95, no se ganó nunca al hincha tiburón. Sin embargo, su gol ante Colo Colo en la Libertadores del 94 hizo que la fanaticada aceptara su rol en los esquemas del Junior. También jugó en Chile y Uruguay. Después de su retiro ha dirigido varias divisiones inferiores en Latinoamérica.
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Oswaldo Mackenzie: Su nombre es historia en pasta para el juniorista. Su juventud en el 93 no le impidió romperla y enamorar al hincha. Ganó también el torneo local en el 95 con el Junior y en el 99 con Nacional. Es bicampeón de la Merconorte con los verdes. Luego pasó por 15 clubes más. Su última camisa como jugador, como debía ser, fue la del Junior.
Víctor Danilo Pacheco: Al igual que Mackenzie, Pacheco era uno de los jóvenes del plantel juniorista. Repartió sus pases en equipos colombianos y mexicanos, pero en donde más sonó fue en el Junior y en el Atlante. La historia lo recordará por sus dos goles contra Uruguay en 2004 durante las Eliminatorias al Mundial de Alemania. Pasó sin pena ni gloria por el banquillo técnico del Junior.
Carlos Valderrama: Si no fuera por la nueva época dorada de los jugadores colombianos, ‘El Pibe’ seguiría siendo el gran símbolo de nuestro fútbol. Sus pases en profundidad y su elegancia aun hacen gastar mucha tinta. Llegó al Junior siendo la sensación, pero sin haber podido triunfar en Europa; en el metropolitano volvió a la vida, a los flashes y a los aplausos de pie. La Selección Colombia que capitaneó dejó más dolores que alegrías. Hoy en día colabora con la FIFA y tiene varias escuelas y fundaciones. Sale en todas las propagandas del mundo y las críticas futboleras le salen fácil. Será siempre nuestro último 10.
Miguel Guerrero: El ‘Niche’ fue importante en ese torneo, pero no se quedó para el título del 95. Al igual que Valderrama, Guerrero cruzó el charco y jugó en Italia y Suiza. Solo ganó con el Junior y con el América de Cali. Se vistió la tricolor en varias ocasiones entre el 90 y el 95.
Iván René Valenciano: Hizo en total 258 goles como profesional. Jugó en Italia, México, Ecuador y Colombia. Fue goleador del fútbol colombiano tres veces. En el 2009, jugando para Alianza Petrolera, se retiró. A su despedida vinieron Edgar Davis, Paolo Montero y Sergio Goycochea. Para bien y para mal, decidió cambiar los guayos por los micrófonos.
Termine con: Así viven los ganadores de la Libertadores con el Once.