72 horas después Junior recibió un otro masazo. Dos eliminaciones ante su gente en tres días nadie lo esperaba. Heroico lo del América.
En la búsqueda de Comesaña por llevar al equipo mucho más allá de las fronteras del talento de Chará y Teo, hay un elemento interesante y sobresaliente: el aporte en ataque de los laterales.
Piedrehita fue fichado para ser el dueño de la banda derecha, pero David Murillo le ganó la partida. Ha sido titular en los días más importantes. Por el lado izquierdo, lo de Germán Gutierrez es importante. Teniendo en cuenta que en el primer torneo esa era una debilidad del equipo. Su crecimiento ha sido progresivo. Defiende muy bien. En marca es sólido. Y en ataque, poco a poco, en los últimos partidos, ha mostrado rapidez, decisión e inteligencia en el último cuarto. El juego del Junior recargó su juego por su costado en el primer tiempo contra el América.
Al minuto 37, diez después del golazo de Ángulo, en una jugada individual sensacional puso a ganar al Junior. Sin el fallo en marca en el minuto 88, ese gol le hubiera dado el tiquete a Junior a la semifinal.
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La pelota quieta: la gran deuda
Hace cinco días, previo al juego contra el Flamengo, Escalante declaró para el Heraldo que el equipo debía mejorar en la pelota quieta. Que era un item pendiente. La eliminación contra el América, visibilizó de la manera más cruel ese problema.
Hay una lista grande de cosas que Comesaña ha hecho bien: potenció a jugadores buenos, le abrió la puerta a jugadores jóvenes que le han respondido y logró que el Junior jugara por momentos un fútbol de alta escuela. Pero la pelota quieta, el gran lugar de su gestión, es un lunar muy grave de este equipo.
Esa faceta del juego es la que más le permite a un equipo inferior nivelarse con el que es superior. La estrategia a balón parado cada día le da más posibilidades a los equipos que tienen menos talento. El gran cobro de Angulo, el cabezazo de Castañeda, el error de cálculo de Viera en la salida y la mala sincronización de los centrales, le dieron la oportunidad al América de tener oportunidad en los penaltis.
Comesaña a lo largo del torneo nunca logró cerrar esa grieta. No sabemos si le prestó la atención suficiente en los entrenamientos. Si fue un aspecto que descuidó o si los jugadores no siguieron las órdenes de marca y movimientos.
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Del ‘Chateo’ al ‘Barchateo’
El uruguayo Mier se convirtió en un elemento muy importante para Comesaña en la recta final del semestre. Ni la mejor versión de la carrera Jarlan Barrera logró convencer al DT para apostar por él en el partido contra Flamengo en Barranquilla. El más importante del año.
Contra el América, regresaron Pico que superó sus molestias físicas. Además, jugaron Luis Díaz y Jarlan por Yony González y Mier. Vimos a un equipo con más riqueza para combinar. Más allá de la eliminación, el Junior con Jarlan habla otro idioma. Le da otro tono al equipo en el último cuarto respecto a Mier.
Este Junior tiene mucho potencial para seguir creciendo. Para el próximo semestre, el ‘Chateo’ debe ampliarse. Darle paso a Jarlan, y construir con estos tres talentosos un Junior asociativo con mucho talento adelante. Jarlan de enlace, Chará suelto con su particular anarquía y Teo en punta. Atrás, respaldados por Pico, Cantillo y un tercer volante de ese nivel que la billetera de los Char puede adquirir, se podría tener un equipo soñado. El junior modelo 2018.
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Foto: elheraldo.co