Los cinco años que el América de Cali, uno de los gigantes de Colombia y el continente, pasó jugando en la B fueron una prueba durísima, pero vista con la serenidad y la distancia que ofrece el juicio de la historia fue una etapa necesaria y constructiva. Después de cuatro años —que al hincha le debieron parecer cuatro décadas— llegó uno de los entrenadores más serios que tiene el medio. Cabalgó todo el 2016 detrás del Pereira y logró el soñado ascenso. Para el regreso a la A, Torres tocó poco el equipo, pues confiaba muchísimo en la camada que siguió y peleó por su idea.
El objetivo del primer semestre era quitarse el traje de la B; sumar puntos para alejarse de los coleros en la tabla del descenso y empezar a coger vuelo como un equipo de la A. El equipo se agarró a un tremendo semestre de Martínez Borja y estuvo muy cerca de ser finalista. Objetivo cumplido.
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El América terminó el semestre con la sensación que le faltaba pegada en los últimos metros. Por eso, ‘Don Tulio’ se metió la mano al dril y oyó las voces ambiciosas que le hablaban al oído. De mitad de cancha para arriba llegaron jugadores realmente buenos. Incluso el presidente dijo públicamente que estaba dispuesto a hacer un esfuerzo por traer a Adrián Ramos a préstamo. Si pasa, genial, pero con El ‘Queso’, Botinelli, Lizarazo y Martínez Borja los ‘Diablos’ ya tienen una de las grandes artillerías del torneo.
Para este semestre Hernán Torres dispone de una buena plantilla, equilibrada y con variantes en todas las líneas. Más que de un ilusionante presente deportivo, hay que hablar de un América tiene todo para construir un proyecto ambicioso. Es un club que lo tiene todo. Manejada de manera diligente la marca América de Cali puede volver a sonar duro en el continente. Volver el club que cogía aviones de seis horas para pelear por títulos internacionales. Tiene una hinchada gigante, historia, entrenadores y jugadores de mucho peso, tiene buenos patrocinadores y goza de un ambiente de optimismo producto del ascenso. Es un coctel muy poderoso.
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Después de la segunda fecha es co-líder con cuatro goles a favor y cero en contra. Los refuerzos han respondido. Hubo un saltó notorio de calidad y la capacidad ofensivo mejoró. No es exagerado decir que este equipo puede pelear el título. Por supuesto que es irresponsable exigir campeonatos en un fútbol tan parejo como el colombiano, pero el hincha americano debe estar convencido que su club ha hecho un esfuerzo para quitarse el traje de recién ascendido y ponerse el de candidato. Qué bien le viene al FPC un América crecido y con la ambición de ser una potencia continental.
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Foto: as.com