El primero de agosto, en un partido de pretemporada, James sufrió un desgarro en el isquiotibial de su pierna derecha. Ancelotti dijo a los dos días que se trataba de un desgarro leve y que tardaría alrededor de 20 días en recuperarse. Bueno, ya vamos para un mes y James todavía no entrena al ritmo de sus compañeros. En consecuencia, en estos días previos a la fecha FIFA se filtró que el Bayern iba a poner todos los obstáculos posibles para que James no jugara en la doble fecha con Colombia. Acá prendimos las alarmas y Pékerman viajó a Alemania para gestionar la situación. Al parecer el diálogo llegó a buen puerto. En el comunicado de prensa del Bayern se puede leer tácitamente un acuerdo entre las dos partes: “James no juega ni un minuto contra Venezuela y contra Brasil sí está habilitado”.
Tras un análisis apresurado podría pensarse que el salomónico pacto es positivo: el 10 no estará contra el peor equipo de la eliminatoria y sí contra el mejor. Pero la realidad es otra. El partido de este jueves en San Cristóbal es el más importante de los cuatro que quedan. Colombia enfrentará a un equipo con varias bajas, eliminado y que jugará en un contexto enrarecido y difícil para los jugadores venezolanos. La Selección tiene la obligación de ganarle a un rival debilitado. De hacerlo llegaría a 27 puntos y, aunque la clasificación no sería matemática, pondríamos un pie, la cabeza y las manos en Rusia. Si ganamos el jueves, usted tiene once meses para aprender ruso.
También puede leer: Las 4 veces que Venezuela nos jodió
Pero si algo nos ha enseñado la historia es que en los partidos contra Venezuela la práctica no se corresponde con la teoría. Los vecinos, con pocas herramientas, han sabido amargarnos la vida varias veces. Por eso, el reto de reemplazar a James es mayúsculo. En lo cualitativo y lo cuantitativo, el zurdo ha sido el jugador más importante de Colombia y su baja le abre a Pékerman un abanico amplio de posibilidades. Don José deberá elegir entre cambiar pieza por pieza o modificar el sistema. Lo más probable será lo primero, pues más allá de las ausencias el entrenador ha insistido casi toda la eliminatoria con el 4-2-3-1; así jugó en los últimos dos amistosos y, por las características del rival, en San Cristóbal será vital conquistar las bandas con los extremos y los laterales.
También puede leer: Cuando la Selección Colombia era de papel
Mantener el sistema es lo más sensato y la duda girará en torno al reemplazante de James. Las tres posibilidades más reales son: jugar con Edwin Cardona de enlace, hacerlo con Giovanni Moreno o poner Teo detrás del nueve. Si Cardona pasa del extremo izquierdo al centro, su lugar podría ser ocupado por Muriel —que ya lo ha hecho bien en esa posición— o por Yimmy Chará. La convocatoria del juniorista está más que justificada, pero será difícil que Pékerman lo ponga por encima de Teo y Muriel. En últimas, el cambio que menos alteraría el plan original sería poner a Giovanni en el puesto de James. El flaco también es zurdo, tiene buena media distancia, excelente último pase, visión, atrevimiento y gol. Es el único 10 puro que hay en la lista. Con él, Cuadrado, Cardona y Falcao habría recursos de sobra para ganar bien este jueves.
También puede leer; Se busca: Harrison Otálvaro
Foto: quintopoder.com.co