Le traemos cuatro ejemplos de futbolistas magos que fracasaron estrepitosamente como entrenadores.
Los cracks, porque conocen el juego mejor que nadie, deciden volverse entrenadores cuando cuelgan las botas. Creen que como la rompieron con el balón, también lo harán con la pizarra. Y resulta que no.
Clarence Seedorf
Nadie puede dudar de la inmensa calidad de Clarence con el balón en los pies. Fue, sin duda, uno de los mejores mediocampistas que recuerde este deporte. Una pegada increíble, gol, despliegue y muchas calidad fueron cualidades que le reservaron un puesto en el grupo de los elegidos.
En enero de 2014 volvió al Milan, equipo en el que se hizo ídolo, para intentar sacarlo de la crisis en la que estaba y sigue hundido. Firmó por dos años y todos creyeron que había bajado el salvador. Lamentablemente, el talento que tenía con los cortos no lo tenía vestido de frack. Tras media temporada en la que mejoró los números de Allegri –su antecesor– pero no pudo clasificarse ni a Europa League, el bueno de Clarence se tuvo que ir.
En julio de 2016 lo convencieron los chinos para dirigir al Shenzen FC de segunda división. Seedorf pensó que en una liga menor lo lograría, pero tampoco. El equipo no ascendió y en diciembre de ese mismo año lo limpiaron.
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Filippo Inzaghi
¿Quién no recuerda los goles de ‘Super Pippo’ Inzaghi en Italia? ¿Cuántas noches de gloria no le dio al Milan? Marcó un total de 285 goles y ganó 15 títulos a lo largo de su carrera. Filippo había descubierto todos los misterios de este deporte…
Sin embargo, el Milan, que no aprende de sus errores, lo chamuscó. Inmediatamente después del fiasco de Seedorf nombraron a Inzaghi entrenador del primer equipo. Después de una temporada irregular, el equipo terminó décimo en la Serie A y Filippo, uno de los nombres pesados de la historia del club, salió por la puerta de atrás.
Actualmente es el entrenador del Venezia FC de la tercera división italiana y su equipo es líder del Grupo B. Parece que ‘Pippo’ entendió que ser entrenador y ser jugador son dos cosas distintas. Ya arrancó desde abajo y ojalá pueda reivindicarse con su amado Milan.
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Alexis García
Si usted vio a Atlético Nacional entre el año 86’ y el 98’ sabrá por qué lo ponemos al lado de megacracks como Seedorf e Inzaghi. Su talento desbordado y sus goles fueron fundamentales para el equipo paisa, en especial aquel año dorado de la Libertadores. En Medellín lo recuerdan con cariño.
Inmediatamente después de su retiro, en 1999, Alexis inició su camino como entrenador, es decir hace poco menos de 20 años. Desde entonces ha deambulado por el fútbol colombiano: Once Caldas, Nacional, Pereira, Bucaramanga, Centauros, Equidad, Junior, Fortaleza y Santa Fe tuvieron el privilegio (¿?) de tenerlo en sus banquillos.
Como entrenador, realmente, no ha triunfado. Sus mayores logros han sido ascender con La Equidad y ganar una Copa Colombia, nada más. Ah, eso y perder cuatro finales.
Giovanni Hernández
Este no necesita presentación, no necesita que nadie diga quién es o qué hizo como futbolista. La magia hecha jugador. Un genio dentro del campo, la razón principal por la que muchos quisimos ser futbolistas. Tener a Giovanni era como tener a Riquelme en Colombia.
Pero también él cayó en la trampa de creer que se las sabía todas; creyó que su talento compensaría su falta de experiencia y formación como entrenador. En 2015, mientras seguía siendo jugador activo de Uniautónoma, decidió que lo mejor era convertirse en entrenador y tomar las riendas del equipo. Se quitó los guayos, se puso la corbata y se fue derechito al descenso.
Después estuvo brevemente dirigiendo al Real Cartagena en la B y vaya uno a saber por qué, pero Fuad Char decidió que Giovanni era el indicado para remplazar a Alexis Mendoza en el Junior. Tras un fracaso en un club minúsculo, el ‘Príncipe’, inocentemente, creyó que en uno de los equipos más grandes del país la cosa sería diferente. Y no. El resultado fue paupérrimo. Cayó eliminado en la Sudamericana, perdió la final de la Copa Colombia y no pudo ni siquiera clasificar al grupo de los ocho.
Desde entonces, no se le ha vuelto a ver en los banquillos.
¿Se está preguntando por Yepes? Mario Alberto, aunque también fracasó como entrenador, no fue ningún mago con el balón.
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