Colombia debe salir a buscar el partido desde el principio y esto es lo que nosotros proponemos.
Si a Pékerman le hubieran dado la oportunidad de elegir a un jugador que se salvara de ser expulsado en el partido contra Japón, seguro habría escogido a Carlos Sánchez. La desgracia de la expulsión —hasta ahora la única del Mundial— fue doble. Significó perder el partido y al jugador más importante. Porque como dice el ‘Cholo’ Simeone, el mejor no siempre es el más importante. El primero es James y el segundo, Sánchez.
La derrota dejó sin margen de error a un equipo que debe imponer condiciones y apoderarse del partido. Colombia está lejos de ser un equipo de fútbol en todo el sentido de la palabra, pero jugador por jugador tiene más armas que Polonia. Desde ahí, y con mucha entrega y coraje, se le debe ganar a una equipo que fue débil en su debut contra Senegal.
Nosotros iríamos así:
Arquero y defensa
Nadie duda de que en el arco debe ir David Ospina. Las tres buenas atajadas que tuvo contra Japón fueron una gran noticia. Con los laterales tampoco hay debate: Santiago Arias y Johan Mojica son lo mejor que tenemos en el puesto. Arias estuvo tímido e impreciso cuando logró conducir con ventaja en campo contrario y tomó muy malas decisiones; la exigencia para el domingo es que dé un paso al frente y sea influyente por su banda.
Lo de Mojica, en términos generales, fue bueno, pero no logró sacar sus venenosos centros. Si le conseguimos un socio, Izquierdo o Muriel, que sea un buen distractor, seguro, encontrará los espacios que necesita.
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Los centrales deberían ser Cristian Zapata y Davinson Sánchez. Es cierto que el del Tottenham hizo un partido desastroso, pero nadie duda de que sus condiciones son extraordinarias. Viene de hacer una enorme temporada y por jerarquía debe ser titular. Su buen pie para salir es esencial.
Lo de Murillo, en cambio, no puede ser. De los cuatro centrales es el más limitado técnicamente y con él en cancha, el juego de la Selección inicia en la anarquía y la falta de claridad. Si Zapata ya está bien físicamente debe jugar. Es un jugador con piel para estos partidos. Su Mundial de Brasil fue extraordinario y hoy la defensa de Colombia requiere de un general de tres soles capaz de ordenar a los demás.
Medio campo
El reemplazo de Carlos Sánchez debe ser, por supuesto, Wilmar Barrios. Por características es el idóneo. Es cierto que tiene pocos minutos en competiciones oficiales con Colombia, pero si el domingo logra ser el de Boca, extrañaremos un poco menos a la ‘Roca’. Su energía, su alto ritmo, la lectura en los cortes y relevos son valores que tiene y debe entregarle al equipo.
Su compañero en el doble cinco debería ser Mateus Uribe. El riesgo es que el ex Nacional suele ser una versión miniatura de sí mismo cuando juega con Colombia. Más allá del buen partido contra Francia, en partidos de peso no hemos podido verle bien. Enfrentar a Zielinski y compañía en la mitad exige ritmo, lucha y buen juego; Abel no parece estar para esos trotes. Matueus debe tener personalidad y darle juego al equipo: llevarle la pelota a James.
De volante por derecha, Cuadrado y por izquierda, Izquierdo. A Juan Guillermo hay que pedirle que sea el de la Juventus: de tres cuartos para atrás, disciplinado, ordenado y solidario; de tres cuartos para adelante, eléctrico y atrevido. De Izquierdo necesitamos al del Brighton: veloz y fino en los últimos metros para encontrar a Falcao y James. Tendrá que bailar con Pizceck y lo bueno es que el polaco ya no es la bala que era. Por velocidad puede comérselo.
Delantera
Arriba estarán James y Falcao. Esperemos que por fin podamos disfrutarlos juntos en un Mundial (en un partido con once). Son nuestros ases de espada. Es por ellos que Colombia puede soñar en grande y no hay más que pedirles que sean ellos mismos, unos animales de competencia. El mundo los respeta y nosotros los admiramos. Suerte, muchachos. El domingo será de ustedes.
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Foto: peru.com